Image: Fundamentos genéticos del lenguaje

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Ensayo

Fundamentos genéticos del lenguaje

Ángel López García

31 julio, 2002 02:00

Emilio Ruiz

Cátedra. Madrid, 2002. 251 páginas, 10 euros

Una característica muy señalada de nuestra época intelectual consiste en usar principios de las ciencias experimentales -tomados de la física, matemática, etc.- para aplicarlos a las que conocemos como ciencias sociales. Se supone que estas últimas, desasistidas del rigor, claridad y nobleza de las primeras, quedan sumidas en la arbitrariedad, la opinión e incluso la simple ocurrencia.

No peca de este complejo el libro que nos ocupa. El autor confiesa desde el principio la vanidad que es pretender que los métodos hipotéticos-deductivos de la ciencia natural puedan aplicarse así como así al ser humano. Sin embargo, este no deja de ser un organismo natural, o sea, constituido por procesos orgánicos propios de la naturaleza. Existe un vínculo forzoso entre nuestras características biológicas y otras que nos definen como humanos, señaladamente, el lenguaje.

Esto no quiere decir que la biología o la genética lo expliquen todo y que las facultades verbales sean meras extensiones de fórmulas genéticas, pero sí pueden encontrarse paralelos entre los procesos genéticos y los lingöísticos. Y esta es la materia central del libro: considerar si hay formas del código genético que prefiguran las del código lingöístico.

ángel López García realiza a lo largo de estas páginas una serie de interesantísimos paralelos -siempre brillantes y, a menudo, sorprendentes- entre funciones genéticas y lingöísticas; paralelos que le sirven para recorrer cuestiones fundamentales de la lingöística moderna: la cuestión del innatismo, por ejemplo; los mecanismo de la cohesión sintáctica y la coherencia semántica, la unicidad del lenguaje pero su expresión práctica en gran multiplicidad de lenguas, o la maravillosa propiedad de generar infinidad de mensajes novedosos a partir de elementos finitos, esto es, la creatividad lingöística. Es ilustrativo el tratamiento que se da a esta última cuestión, pues la capacidad creativa está plenamente ligada a un elemento fundamental del ser humano: la libertad. Es interesante advertir como aquellos procesos que consideramos naturales, necesarios, incluso mecánicos, en fin, antagónicos con la idea de libertad, no dejan de tener un paralelo con esta que queda claramente ilustrado recurriendo al mecanismo del lenguaje.

La hipótesis del libro respecto a la prefiguración -que no conexión directa y necesaria- entre formas del código genético y formas del código lingöístico se expresa a través de otros muchos ejemplos oportunos. Si la hipótesis ha de confirmarse o no, el tiempo, y fundamentalmente los avances que la biología realice en este terreno, lo dirán. Son muchas, y muy profundas, las preguntas y cuestiones que sugiere este libro y, por eso mismo, serán objeto de atención, debate y controversia durante mucho tiempo. De lo que no puede dudarse, sin embargo, es del fundamento de la propia hipótesis y de la elegancia y claridad con que se muestra.

Aunque moldeados por siglos y siglos de sociabilidad, no dejamos de ser criaturas sujetas a procesos naturales, bioquímicos, que, de un modo u otro, nos condicionan incluso más de lo que a primera vista creemos.