Image: Pedro I y Enrique de Trastamara. ¿La primera guerra civil española?

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Ensayo

Pedro I y Enrique de Trastamara. ¿La primera guerra civil española?

Julio Valdeón

9 enero, 2003 01:00

Julio Valdeón. Foto: Nacho Gallego

Aguilar. Madrid, 2002. 318 páginas, 21’50 euros

Con un título tan atractivo como el que se desprende del interrogante sobre si se trató de la primera guerra civil española, Julio Valdeón nos presenta en su último trabajo un estudio detallado y ameno sobre el enfrentamiento entre Pedro I y Enrique II, que culminó en la guerra fraticida (1366-1369).

Dicha contienda entronizó en Castilla a la dinastía Trastámara, que habría de tener un protagonismo decisivo en la España bajomedieval, no solo por su ocupación del trono de Castilla y León, sino también porque, desde 1412, en virtud del compromiso de Caspe, una rama menor de la misma asumió la corona de Aragón. Sus últimos representantes -dejando a un lado el reinado ficticio, en Castilla, de Juana I- serían los Reyes Católicos, principales forjadores de la Monarquía Hispánica.

Julio Valdeón, catedrático de la Universidad de Valladolid, es uno de los más prestigiosos medievalistas españoles. Discípulo de Luis Suárez Fernández, eminente historiador y maestro de varios de los más importantes medievalistas actuales, el profesor Valdeón es un consumado especialista en la historia castellana de los siglos XIV y XV, a la que ha dedicado numerosos estudios.

El año pasado publicó Los Trastámaras. El triunfo de una dinastía bastarda, un análisis de conjunto de aquella familia real, que se ve ahora complementado por este nuevo libro, en el que estudia el acceso al trono del primero de sus representantes. En ambos volúmenes, como en toda su dilatada obra historiográfica, Valdeón hace gala de una gran claridad y una notable habilidad narrativa, que convierten su trabajo en un libro de lectura fácil, incluso para los lectores menos versados en el conocimiento de aquel periodo histórico.

Como no podía ser menos, el libro se inicia con un detallado análisis del contexto en el que se produjeron los hechos: las dificultades demográficas provocadas por la "peste negra", la situación de la economía castellana o los problemas derivados de la violencia de los poderosos sirven de preámbulo para el estudio detallado de los dos principales protagonistas de aquel conflicto, así como del reinado de Pedro I. La guerra que estallaría al final entre ambos constituye el centro de gravedad del trabajo, una guerra con diversas alternativas, pero que vislumbró su final tras el drama de Montiel, en el que Pedro I murió a manos de su hermanastro, el bastardo Enrique, autoproclamado rey en 1366.

Valdeón se plantea los múltiples problemas e interpretaciones ligados a la lucha que instauró en el trono castellano a la nueva dinastía. Y entre ellos, el alcance real de la crueldad de Pedro I que ha dado origen al sobrenombre con el que ha pasado a la historia, la acusación de tiranía en la que basó su lucha el bastardo Enrique, los intentos legitimadores de los primeros monarcas Trastámaras, los apoyos sociales con que contó Enrique II, o la utilización por su parte del antijudaismo como elemento aglutinador de la oposición contra el rey.

La llamada "revolución Trastámara" tuvo el respaldo de buena parte de la nobleza castellana, así como de la Iglesia, descontentas con la política de Pedro I. La guerra no solo afectó a los otros reinos peninsulares (corona de Aragón, Navarra, Portugal y Granada), sino que tuvo amplias repercusiones internacionales, insertándose en la guerra anglo-francesa de los Cien Años. El apoyo de Francia al pretendiente se vio compensado por el de Inglaterra a Pedro I. Al cabo, el triunfo de aquél inauguraría en Castilla una dilatada tradición política de entendimiento con Francia. En el ámbito interior, la nueva dinastía habría de caracterizarse, ya desde el reinado de Enrique II (1369-1379), por el fortalecimiento del poder real en la línea iniciada ya por Alfonso X el Sabio y que acabaría constituyendo el llamado "estado moderno", el considerable desarrollo del poder social y económico de la nobleza, y el predominio de la corona de Castilla en el conjunto de los reinos hispanos.