Ensayo

El expediente Einstein

Fred Jerome.

6 marzo, 2003 01:00

Trad. J. M. Madariaga. Planeta. Barcelona, 2002. 502 páginas, 19’50 euros

Entre tantos escritos sobre Einstein, este ocupa un lugar singular. En él se toca un tema muy poco conocido: su actividad política y los recelos despertados en el FBI, que le abrió un expediente.

En 1933 había llegado Einstein a EE. UU. y tomado después esa nacionalidad. Procedía de una Alemania cuyos brotes antijudíos le habían sensibilizado contra cualquier política persecutoria de personas o de ideas, lo mismo contra el fascismo como luego contra el macartismo. Con su prestigio ayudó a los que consideraba injustamente perseguidos y apoyó a gran número de organizaciones radicales. Se hizo así sospechoso de filocomunismo como también de intentar pasar secretos atómicos a la URSS, cuando él no compartía compormiso alguno hacia ella y había estado apartado del proyecto Manhattan. Fue ese seguimiento de cualquier traza de espionaje que justificase el propósito de deportarlo, privándole de la nacionalidad, lo que movió a Hoover a levantar toda la trama. Einstein entre tanto parecía moverse con independencia, prestando su nombre a cuantas causas entendiera legítimas. Pero no eran suficientes para proceder contra una persona de tal popularidad y fama universal: sólo una imputación probada de espionaje servía y eso no se consiguió en cinco años de dura campaña. Ya en el 54 se desinflaba el macartismo y al año siguiente moría Einstein.

Para el autor ha habido otra campaña: ya que no se pudo destruir el buen nombre de Einstein acusándole de espía, se ha buscado borrar su imagen política presentándolo como un sabio despistado, sin contacto con la realidad. La exhumación de este expediente permitiría recuperar algunas de las facetas menos conocidas del científico. Cala hondo la tristeza que en los 50, en plena represión de las actividades antiamericanas, que le recordaba la de los nazis, le lleva a desprenderse de algunas de sus cartas al verse aislado e impotente: "Nunca me he sentido tan alejado de la gente como ahora... Lo más triste de todo es la desilusión que uno siente sobre la conducta de la humanidad en general". ¡Cuántas veces en la historia este lamento!