Image: El idioma español

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Ensayo

El idioma español

Amando de Miguel

6 marzo, 2003 01:00

Amando de Miguel. Foto: M.R.

Universidad Complutense. Madrid, 2002. 145 páginas, 15 euros

El interés de Amando de Miguel por las cosas del idioma viene de atrás, o mejor, nunca lo ha abandonado. Le dedicó al español hace años una amenísima colección de artículos titulada La perversión del lenguaje.

Ahora nos brinda un libro de mayor densidad que, no en vano, ha recibido el Premio Consejo Social que concede la Universidad Complutense. El idioma español es un verdadero prontuario de la lengua, por la diversidad de asuntos tratados, la concisión con que se presentan y la claridad con la que se explican. El lector, ya sea hablante nato de español ya sea estudiante del idioma (y es un libro muy recomendable, por cierto, si está ud. en este caso) encontrará prácticamente todo lo que puede interesar, lo que es relevante, lo que en pocas horas de grata lectura nos puede informar de lo que es nuestra lengua y dónde está.

Por el libro desfilan comentarios relativos a ortografía, pronunciación, gramática, vocabulario, diccionarios, adaptación de extranjerismos, toponimia y nombres comerciales, gentilicios, la oportunidad y la impertinencia de los tacos, con un recuento de errores, abusos y perversiones que cada día cometemos con la lengua. Sin embargo, el libro de Amando de Miguel es algo más que una mera exposición, por brillante y entretenida que resulte, del español correcto y, a mi juicio, guarda lo mejor en los capítulos dedicados a aspectos más comprometidos, donde las ortografías, gramáticas y diccionarios no ayudan, pero aspectos que están en la médula de la lengua: el proceso de formación histórica y expansión del idioma (donde esgrime argumentos, tan políticamente incorrectos como históricamente ciertos, de un idioma que se extiende, esencialmente, porque resulta muy beneficioso a los nuevos sectores dominantes en todas y cada una de las viejas coronas del Imperio); su presencia internacional y su realidad americana (recuerden que de cada diez hablantes de español solo uno vive en España); su uso entre los universitarios (al que le dedica un capítulo que sería para reír si no fuera para llorar, ¿es posible que un universitario pueda aprobar curso tras curso con exámenes orales porque... no sabe escribir?, en fin, no es que cometa faltas de ortografía sino que literalmente no-sabe-escribir. Respuesta: sí, es posible); asimismo las propuestas hechas para el fomento del español en un capítulo dedicado a ellas tienen una rara virtud: todas son razonables y posibles, y especialmente reveladoras son las páginas que dedica al conflicto lingöístico generado en España por los usos y abusos del nacionalismo, donde el sociólogo habla con autoridad y con claridad meridianas, refiriéndose a tesis -M. Jardón, J. Royo, J.R. Parada- donde las políticas "normalizadoras" aparecen como meros instrumentos de ventajismo social y clientela política, eso sí, revestidos con coloristas ropajes culturales.

La mezcla de cuestiones normativas, históricas y sociológicas, así como el hecho de que no se aplace ninguna cuestión -ni opinión- por comprometida que resulte, hacen de El idioma español un libro singular en su género, que va más allá de la mera información sobre el buen hablar.