Image: Escapismo. Formas de evasión en el mundo actual

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Ensayo

Escapismo. Formas de evasión en el mundo actual

Yi-Fu Tuan

8 mayo, 2003 02:00

Yi-Fu Tuan. Foto: Archivo

Traducción de K. Möller. Península, 2003. 301 páginas. 22 euros

Pertenece a los tópicos de la crítica cultural moderna juzgar el escapismo como una pulsión irresponsable ante los imperativos del principio de realidad, susceptible incluso de degenerar en estados patológicos de disociación.

Sin embargo, algunos de estos planteamientos parecen no haber comprendido un hecho antropológico previo a cualquier juicio de valor: que el ser humano es un animal inquieto que necesita ausentarse provisionalmente de una realidad generadora de dolor y angustia y que algunas formas de evasión desempeñan una función valiosa incluso desde el punto de vista de la supervivencia. En cualquier caso, los modos de escapismo son relativos a ciertos contextos históricos y culturales. Como ha señalado Odo Marquard, este fenómeno parece extremarse en Europa hacia mediados del XVIII, cuando la crisis de la teodicea y la Revolución francesa desencadenan un proceso de hipertribunalización de la vida que convierte al ser humano en responsable absoluto de los males mundanos y lo somete, sin la compensación de la gracia divina, a una sobrecarga de justificación. Desde otras orientaciones igualmente atractivas, autores como Levinas o Sloterdijk han prestado atención al concepto de evasión en sus respectivos análisis de la experiencia corporal del dolor o la náusea.

A la luz de estos precedentes, esta primera obra traducida al castellano de Yi-Fu Tuan (China,1930), geógrafo establecido en EE.UU. y especializado en el estudio del espacio desde un enfoque interdisciplinar, resulta más bien decepcionante. Su título promete más de lo que ofrece y contiene escasas aportaciones originales al tema investigado: las "formas de evasión en el mundo actual". El presupuesto de su ensayo es, a mi juicio, acertado: el uso de la imaginación para escapar de la realidad no es una tendencia reprochable en cuanto tal; todo depende de la situación de partida y del lugar hacia donde se huye. Ya se trate de migraciones, casas, jardines, rituales de mesa, prácticas sexuales, metáforas o excursiones psíquicas, Yi-Fu-Tuan interpreta todos estos artefactos culturales como tentativas de evasión respecto a las amenazas de nuestro hábitat, de nuestra biología animal y de nuestra condición monádica expuesta a la soledad. Con todo, la fantasía escapista, término que el autor amplía hasta abarcar mecanismos de ocultación o compensación, puede conducir al infierno o al cielo. No puedo participar, sin embargo, de su admiración por los parques temáticos de la casa Disney, ese gran corruptor de menores del siglo XX (Ferlosio), ni aceptar su apresurada condena de las drogas como vehículo de trascendencia descendente. En definitiva, un libro fallido, sugerente sólo en algunos apuntes (génesis del paisajismo, construcción cultural de los espacios), pero que se quedan en mero esbozo o en remisión a obras previas.