Image: Variaciones del límite. La filosofía de Eugenio Trías

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Ensayo

Variaciones del límite. La filosofía de Eugenio Trías

José Manuel Martínez-Pulet

15 mayo, 2003 02:00

Eugenio Trías. Foto: M.R.

Noesis. Madrid, 2003. 347 páginas

Para hacer historia de la filosofía no es suficiente establecer el censo, habitualmente precipitado, de los autores que practican la disciplina; es necesario establecer líneas de diálogo y crítica, de interpretación, es preciso ejercer la tarea del comentario: tarea que, si se realiza con ciencia y a conciencia, no es una labor parasitaria, sino un ensayo de personal recreación.

Con Variaciones del límite Martínez-Pulet hace una doble aportación a la endeble "historia de la filosofía española": sortea un obstáculo e indica una dirección. El obstáculo es la habitual rutina que exige el óbito para que un autor sea susceptible de comentario exhaustivo; la dirección radica en el consejo implícito de trenzar la historia del pensamiento en la forma de la conversación, y no de la apropiación de una herencia.

Variaciones del límite es, como indica el subtítulo, una exploración -detallada, magníficamente documentada- de la filosofía de Eugenio Trías: un filósofo riguroso, fecundo, original. Y vivo. Un filósofo que, desde su juventud, ha entregado al público bellos ensayos y exigentes tratados, y que, en su madurez, ha elaborado un sistema de pensamiento que exige la prueba de la recepción. Que ese sistema puede ser expuesto, ya lo había probado el propio Trías con su libro Ciudad sobre ciudad, un texto que mostraba la articulación de las líneas fundamentales de la Filosofía del límite. Si ese libro era una propuesta, Variaciones del límite es ya una respuesta. Es otra mano la que ordena los materiales y las ideas, la que elige los nudos críticos y los argumentos esenciales, la que establece continuidades y rupturas. Es otra mano la que escribe.

Martínez-Pulet, ciertamente cercano a la perspectiva del filósofo catalán y gran conocedor de su obra, ha elaborado un texto preciso, rico en referencias, un texto en el que los diferentes episodios de formación de la filosofía triasiana son referidos con fidelidad y detalle; y son invitados a formar parte de un argumento unitario. El concepto de principio de variación, que Trías augura en El artista y la ciudad y que definitivamente inaugura en Filosofía del futuro, le sirve a Martínez-Pulet como línea argumental básica: de acuerdo con él, la filosofía de Trías asume la forma de una larga pieza musical, en la que las sucesivas variaciones componen (y exponen) el tema. Y el tema, de principio a fin, es filosofía. Filosofía interpretada en todas las claves posibles, filosofía que exhibe voluntad de estilo y voluntad de rigor, que dialoga con la época, que recrea la tradición, que erige concepto, que proyecta sistema.


La obra de Trías es una aventura, a la que el autor dio nombre propio: La aventura filosófica. Siempre atento al advenimiento, al acontecimiento que nos asalta, que amenaza con someternos o derribarnos, Trías decidió experimentar el vértigo y demorar la pasión; decidió asumir el reto de pensar lo que es y de recrear lo que somos. A través de muchos libros -leídos y escritos-, a través de una reflexión exigente y de una prosa elegante, lo que es y lo que somos no han dejado de ser ocasión de asombro, de vértigo o inquietud; no han perdido su capacidad de sobresaltar, de exigir la admiración o la interrogación. Pero la admiración y la interrogación han propiciado un caudal filosófico: argumento y concepto, literatura del conocimiento.

Una filosofía original, ajena a nostalgias y poco proclive a deserciones, una filosofía que se da pero que no se entrega, que se renueva en cada variación y que se enuncia con un nombre ya reconocible, a la vez propio y común: Filosofía del límite.

Esa filosofía, que ya forma parte de la historia del pensamiento español -y de la historia del pensamiento tout court- ha dejado de ser ya patrimonio exclusivo de Trías. Variaciones del límite, como ensayo de apropiación selectiva y crítica, es un certificado de manumisión, de emancipación.

A Eugenio Trías nunca se le discutirá la paternidad, nunca se le negará el mérito -y la responsabilidad- de la propuesta. Martínez-Pulet, con atención y fidelidad, con dedicación y solvencia, ha ejercido otro derecho o enunciado otro deber: prolongar la respuesta, exigir el diálogo. La propuesta es exigente, la respuesta no debe defraudar.