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Poesía

Antología

Nuno Júdice

15 mayo, 2003 02:00

Nuno Júdice. Foto: Magazine Littéraire

Edición de Vicente Araguas. Visor. Madrid, 2003. 247 páginas, 10 euros

Sorprende la extensión y la variedad de la obra poética de Nuno Júdice (1949), uno de los nombres más destacados de la generación portuguesa coetánea de los novísimos.

Además de poeta, es ensayista y narrador, e incluso autor teatral. Como poeta, ha publicado más de una veintena de libros y su bibliografía se incrementa constantemente.

La selección que Araguas ofrece de su poesía se inicia con el primer libro de Júdice, de título significativo, La noción del poema (1972). Poesía sobre poesía es en buena medida la de Nuno Júdice, especialmente la escrita en los años setenta. El poema busca su propia lógica, basada en la "música, armonía de imágenes y de construcciones de palabras", de la que el poeta -según ha declarado- no tiene necesidad de buscar el sentido. Metapoesía y surrealismo, un gusto por la música de las palabras al margen del sentido, caracterizan al primer Júdice. En curioso paralelismo con lo que ocurre con la poesía española, la situación cambia en los años ochenta, especialmente a partir de Lira de líquen (1985). Un poema como "Soirée" puede servir de muestra del radical cambio estético. Su tono es narrativo, conversacional, cercano a la prosa.

La diferencia de tonos y de intensidades hace de Júdice un poeta que puede interesar parcialmente a muy diversos lectores. El lector español cuenta con la traducción íntegra de uno de sus mejores libros, Un canto en la espesura del tiempo (Calambur, 1992), a cargo de José Luis Puerto. Esa edición se complementa con excelente material crítico y autocrítico: ensayos del propio Nuno Júdice y de los más destacados estudiosos de su obra. Magalhães habla de "poesía figurativa" y de "inteligibilidad" para referirse a la segunda etapa de Júdice, caracterizada por "historias, descripciones entrecortadas, sentimentalización de paisajes, revestimiento léxico personal de otras obras de arte y de peculiares situaciones históricas", además de "llamadas a la subjetividad" y una cierta acentuación del confesionalismo. Teoría general del sentimiento (1999) se titula uno de los últimos libros,. La metapoesía sigue estando muy presente, aunque de otra manera que en las obras iniciales. "Me preocupan todavía las cosas del pasado", comienza "Arte poética con melancolía"; y otro poema, "Poesía", se inicia con estas significativas líneas: "El pasado me servía de alimento".

La poesía de Nuno Júdice ha pasado de ser un territorio autónomo, hecho en buena medida sólo de musicales vaguedades, a buscar un anclaje en la realidad (una realidad, finalmente, no menos imaginaria que la anterior fantasía verbal).

La selección de Araguas cumple la función de mostrarnos la diversidad, casi contradictoria, de Júdice, un poeta, que seguramente habrá ido ganando nuevos lectores a la vez que perdía los antiguos. La traducción, muy acertada, sólo alguna vez incurre en el exceso de literalidad o un rebuscamiento excesivo, como cuando a "barulho" (que es sencillamente "ruido" o incluso "barullo") se le hace corresponder un raro "barbulla", sin duda menos inteligible para los lectores españoles que el término portugués, y así "um barulho de vento nos órgãos vazios" se convierte en "una barulla de viento en los órganos vacíos".