Carmen Martín Gaite. Foto: M.R.

He aquí una monografía muy recomendable, y no sólo porque constituye el estudio más extenso publicado hasta ahora acerca de la escritora salmantina, sino porque contiene abundantes novedades en el enfoque y la interpretación de las obras analizadas y, sobre todo, porque tiene en cuenta circunstancias habitualmente desdeñadas en otros acercamientos y cuya consideración, sin embargo, se revela aquí muy útil.

Cada novela se analiza prestando atención al entorno histórico, las circunstancias personales de la autora -lo que incluye sus lecturas- y hasta lo que Jauss llamó el horizonte de expectativas de los posibles destinatarios. Hay un pormenorizado examen formal de las obras y su composición, basado en algunos instrumentos proporcionados por la moderna narratología, y el resultado dista mucho de las trivialidades de cierta crítica impresionista, y también de la frecuente beatería acrítica y laudatoria con que son tratados a menudo los autores recientes. La crítica no es elogio ni panegírico, sino comprensión y análisis. Aquí, el autor puede, por ejemplo, compartir las reservas de algunos críticos sobre la novela Fragmentos de interior, o afirmar abiertamente, al comparar la obra de Martín Gaite con la de sus compañeros de generación, que "no puede ser considerada como la más destacada de todas ellas, pues ni alcanza los momentos de brillantez de un Aldecoa, ni innova de una forma tan rupturista como Sánchez Ferlosio ni ejerce sobre los demás la influencia de un Juan Goytisolo", para preguntarse a continuación: "¿Por qué, entonces, siendo una integrante más de ese grupo, ha logrado con el paso del tiempo destacar sobre tantos otros?". En el intento de encontrar explicación a las diversas preguntas que la obra suscita es donde comienza la verdadera labor del crítico, y donde reside lo más valioso del estudio de Jurado Morales, que muestra, con análisis de gran solidez, cómo la escritora supo ir renovándose, sin perder su manera propia, de acuerdo con la evolución del gusto de los lectores, desde el neorrealismo de Entre visillos a la narrativa de la memoria y el uso de la metaficción (Retahílas, El cuarto de atrás), para llegar finalmente a la novela de tonalidad lírica y reflexiva presente en Nubosidad variable, La Reina de las Nieves y otras obras de la última época.

Se destaca también el carácter unitario de los motivos que presiden la novelística de la autora: personajes insatisfechos y llenos de carencias, afanosos por lograr su realización personal, que puede cifrarse en aspectos distintos -sociales, artísticos, sentimentales- y cuyos problemas encuentran unos lectores afines, a los que se ofrece con estas novelas "una ética y una moral leves y esenciales, al margen de confesiones concretas y de dogmas", que "parece adaptada a los tiempos que corren y tal ve en ello estribe el éxito de la misma" (pág. 466). Los lectores de Carmen Martín Gaite encontrarán en estas perspicaces páginas nuevos puntos de vista para profundizar en el conocimiento de la escritora, es decir, para leerla mejor.