Image: El hilo de la verdad

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Ensayo

El hilo de la verdad

Eugenio Trías

20 mayo, 2004 02:00

Eugenio Trías. Foto: Julián Jaén

Destino. Barcelona, 2004. 264 páginas, 21 euros

Eugenio Trías es uno de nuestros más destacados pensadores. Lo es por una obra en la que se evidencia una trayectoria intelectual sólida, de maduración coherente y ambición sistemática, en fructífero diálogo con la filosofía del pasado, que ha cuajado en una propuesta filosófica propia y de futuro: la filosofía del límite.

Pero también lo es por su indudable capacidad para captar el nervio vivo del presente, para reflexionarlo y alzarlo a concepto a través de ágiles incursiones en los más variados registros culturales.

Sin perder su veta más genuina de filósofo "puro", Trías ha cultivado la faceta de pensador en público con enjundiosos artículos de prensa y, sobre todo, ha desarrollado una notable producción ensayística, atenta a cuestiones procedentes de ámbitos como la literatura, la música o el cine, granjeándose un amplio número de lectores. Entre otros motivos porque esta distinción entre vertiente divulgativa y especializada, o entre ensayo y sistema -distinción que ha servido a sus intérpretes para diferenciar dos etapas en la evolución de su pensamiento- nunca ha sido practicada por él de manera rígida. El nuevo libro que ahora nos ofrece es la mejor prueba de ello.

En El hilo de la verdad resurge con fuerza la brillantez de una escritura que se demora en el carácter evocador, cabalmente simbólico, de una serie de grandes creaciones artísticas (Ciudadano Kane de Orson Welles, la Cuarta Sinfonía de Brahms o el Gran Vidrio de Duchamp) y sabe, al mismo tiempo, articular sus sugerencias con vistas a una profundización en los entresijos de la propia idea filosófica (lo que Trías llama "la espiral reflexiva"). La cita inicial del texto de Calderón de la Barca, que da título al libro y es clave para su recreación de la leyenda del hilo de Ariadna -"el hilo de la verdad es tan constante y tan fuerte que, por más que le adelgace, no es posible que se quiebre"- puede, así, servir también para expresar el logro estilístico y conceptual que supone esta obra. Pues la voluntad sistemática expresada por Trías se muestra aquí tan constante, que la deriva laberíntica de muchas de sus páginas, enredadas en la exégesis de otros autores, no adelgaza su consistencia teórica ni su excelente articulación formal.

Trías sigue orientándose con buen criterio entre las debilidades del pensamiento posmoderno y los excesos del metarrelato moderno: no se pierde en recorridos banales que renuncian a todo hilado racional de la experiencia humana, ni sucumbe al Minotauro de una razón totalizante; se interna hasta el corazón del enigma y descubre otra forma de concebir el poder de ese centro irradiador de sentido: no como un fundamento metafísico, principio compacto que dicta de antemano lo que somos; sino como un ser que es, en esencia, límite, llamado por tanto a recrearse en la existencia de modo siempre variado. De esa quiebra y limitación en el origen nace nuestra libertad. De ella brota la instancia crítica que permite transformar el poder de dominación sancionado por una razón omnienglobante en el poder de recreación propiciado por una "razón fronteriza".

El reconocimiento de lo más propio de nuestra condición humana -ser habitantes de ese limes, territorio limítrofe nunca definido del todo, nunca carente por completo de sentido- es lo que rescata, como genuino tema de nuestro tiempo, la propuesta filosófica de Eugenio Trías. Una propuesta que aquí se expone con singular maestría, trenzando la trama categorial de la idea de límite con el ejercicio de un "pensar en compañía" de grandes filósofos, de Platón a Nietzsche, y con Ortega y Gasset como trasfondo, como el pensador en lengua española que más nos atañe y compromete.

Recorrer el laberinto de nuestro mundo, asomarnos al enigma de su excéntrico centro, medirnos con lo inhumano y monstruoso que también comporta nuestra condición y, con todo, atisbar un hilo capaz de orientarnos y de hacernos sentir menos incierta la salida: a todo ello nos invita Eugenio Trías en un estupendo libro. Merece la pena aventurarse en este lance: de verdad.