Image: Viriato

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Ensayo

Viriato

Mauricio Pastor Muñoz

27 mayo, 2004 02:00

La Esfera de los Libros, 2004. 292 págs, 24 euros

Aunque el género de la biografía ya se puede rastrear en la cultura egipcia y continúa tanto en la Biblia y en la escritura grecolatina (los Evangelios o también obras de Jenofonte), los modelos que han dejado más impronta han sido las Vidas paralelas de Plutarco, Los Doce Césares de Suetonio, o La vida de Agrícola, de Tácito.

Pastor Muñoz, historiador como sus predecesores, reúne en esta amena y rigurosa biografía, el retrato de uno de los héroes paradigmáticos de la historia de la Península Ibérica, sirviéndose de fuentes antiguas y del análisis de mitos y leyendas surgidos a lo largo del tiempo alrededor de Viriato. Para los interesados, reúne también una completa bibliografía, así como mapas e ilustraciones que completan visualmente el tiempo de nuestro héroe.

Como decía Steiner, sentimos que la "creación" está por encima de la "invención". Pastor Muñoz, con lenguaje claro y preciso, nos sitúa en una época lejana -mediados del siglo II antes de Cristo- nos dibuja las coordenadas históricas de la conquista de la Península por los romanos, y el contexto en el cual surge un estratega y un líder. Viriato llegó a ser el jefe de un grupo de guerreros lusitanos que hostigó con astucia al ejército romano. La llamada "guerra de guerrillas" como respuesta a la superioridad numérica de los romanos, revolucionó la estrategia militar de entonces. Consiguió la victoria en repetidas ocasiones, lo que se vio plasmado en el reconocimiento del propio senado romano de Viriato como "rey de los lusitanos".

Viriato, como reconoce Pastor Muñoz, fue un hombre de su época y formó parte de una sociedad fundamentalmente guerrera de la que sabemos muy poco. la guerra era la fórmula para escalar en la estructura social, y así lo hizo el joven luchador. Pastor Muñoz introduce en su relato el contexto económico, político, religioso, en definitiva, el mundo en el cual se movió nuestro héroe para aprehender más certeramente la personalidad del héroe. Parafraseando a Gadamer, presta atención a nuestra "conciencia histórica" que está llena de la "multiplicidad de voces que hacen eco del pasado".