Crónicas del sistema solar
F. Anguita y G. Castilla
29 julio, 2004 02:00Mercurio es difícil de explorar, siendo más accesibles Venus y Marte, que los autores incorporan al estudio de la Tierra, y también la Luna, bajo la hipótesis de haberse formado con el material que una colisión expulsó de la Tierra. Hay todo un repaso de las teorías de la influencia exterior en la geología terrestre y demás cuerpos planetarios, el efecto de los impactos, un seguimiento de fenómenos de vulcanismo, de largas fases de tectónica de placas, actividad fluvial e hipótesis sobre el agua. A mayor distancia, los planetas gigantes, desde Júpiter a Neptuno, y sus satélites esperan nuevas sondas para desvelar sus secretos. Precisamente estos días tenemos noticias del próximo abordaje a Titán, una de las lunas de Saturno. Nuestros autores buscan las coincidencias de todos estos cuerpos con la Tierra y también sus diferencias, que pueden ser muy grandes pese a su aparente similitud. Aunque, por otra parte, rige para todos los objetos del universo, planetas y estrellas, una ley común de equilibrio entre las energías térmica y gravitacional que induce a pensar que la mayoría de ellos no son en el fondo tan diferentes.
Pero quedan por resolver muchas cuestiones sobre el Sistema Solar que proyectan dudas sobre lo que sabemos e ignoramos de la Tierra. Cada problema resuelto es sólo la puerta hacia nuevas preguntas y en alimentar esa incertidumbre consiste la ciencia, se dice en el libro. Luego quedará superado y acaso pronto anticuado pero tiene el atractivo de testificar en vivo aquellas hipótesis y comprobaciones. Las cuales se extienden a consideraciones sobre la existencia de vida exterior, aunque sea extinta, de la que se han encontrado pruebas en distintos estados de evolución. Y la pregunta que rebasa nuestro Sistema Solar: ¿sólo la Tierra está habitada?