Maja desnuda (1797-1800)

En los tiempos que corren el tema de las mujeres es uno de los que gozan de más amplia demanda. Si a ello le unimos un personaje tan interesante y complejo como Goya -con el atractivo estético que implica la pintura- el éxito del libro que consiga reunir ambos argumentos está prácticamente asegurado.

El acierto de la autora y su capacidad para captar el interés del público parecen por tanto evidentes. No obstante, lo difícil es desarrollar el título propuesto, estudiar la relación entre el pintor y las mujeres, sin caer en una mera acumulación de datos biográficos y noticias de testigos coetáneos sobre el uno y las otras. Pese a su conocimiento de las fuentes y la bibliografía, Natacha Seseña no ha superado este escollo, por lo que su obra se queda en el terreno de lo descriptivo, sin conseguir la garra y el interés que pudieran esperarse del título.

La relación del pintor con las mujeres solo puede captarse a través de su biografía, sus escritos (correspondencia) y, sobre todo, su pintura. Al final -como es lógico- ésta última es la fuente que predomina, por lo que el libro se centra en las mujeres a las que pintó y, en el caso de que las hubiera, sus relaciones con ellas más allá de las meramente formales. El análisis de la mujer y el mundo femenino en la obra pictórica del genio aragonés hubiera sido, sin duda, un gran argumento. ¿Por qué en el siglo XVIII, y concretamente en España, los retratos de mujeres son mucho más frecuentes que en épocas anteriores? ¿Cómo se representaban antes de Goya? ¿Qué aporta éste a la tipología pictórica y retratística sobre la mujer? ¿Qué valores artísticos nos ofrece cada de sus obras con presencia o protagonista femenina? ¿En qué circunstancia fueron surgiendo tales pinturas? ¿Qué periodos pueden distinguirse en dicha producción?...

La primera parte del libro consiste en unos breves capítulos introductorios sobre el pintor, el Madrid en el que vivió y el lugar de la mujer en la sociedad dieciochesca, para centrarse después en las mujeres retratadas por Goya, que divide en seis grupos: las nobles que, de acuerdo con la moda entonces vigente, quisieron ser pintadas vestidas de majas (entre las que desconozco por qué se incluye a la marquesa de Villafranca); las que la autora llama aristócratas ilustradas; la familia del infante don Luis, hermano menor de Carlos III; las mujeres burguesas; las pertenecientes a la familia del pintor; y por último, las que tuvieron una relación personal con él. Sobre cada una de ellas, se incluyen diversos datos biográficos y, en su caso, testimonios de la correspondencia de Goya (en especial la que mantuvo con su amigo Martín Zapater) o cartas y escritos de otros personajes de la época. Todo ello, acompañado de las correspondientes reproducciones de las pinturas en las que se las representa.