Image: Y ¿Madrid? ¿Qué hace Madrid?

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Ensayo

Y ¿Madrid? ¿Qué hace Madrid?

Sandra Souto Kustrín

10 febrero, 2005 01:00

Sandra Souto Kustrín. Foto: Archivo

Siglo XXI. Madrid, 2004. 488 páginas, 22 €

Con el 70 aniversario del comienzo de la Guerra Civil cerca, la polémica sobre sus orígenes no parece amainar. Por ello resulta tan oportuna esta nueva e importante contribución a la historia de la crisis política española de los años 30.

En el corazón de este libro se encuentra un sugerente análisis de los sucesos de octubre del 34 en la ciudad y la provincia de Madrid, en el que la autora desenmaraña todo un conjunto de tensiones -que se extendían desde las calles al gobierno, pasando por los sindicatos y partidos obreros y las organizaciones patronales- y que contribuyeron al conflicto y a su resolución.

Influido por la sociología de acción colectiva, este libro es un buen ejemplo de la unión fructífera de la sociología y la historia en la era "posdisciplinar". Desde esta perspectiva, la conflictividad social de los años treinta no se explica a través de la "debilidad" o "permisividad" de la joven democracia -véase la ampliación de poderes del gobierno con la Ley de la Defensa de la República, por ejemplo- sino que obedecía a una nueva "estructura de oportunidades políticas", inexistente en España hasta ese momento, que daba un margen legal a grupos sociales y políticos para organizar y movilizarse a favor de sus intereses.

Como explica Souto, los esfuerzos de la izquierda para defender este nuevo sistema institucional frente a la creciente amenaza autoritaria de la ceda culminaron en la insurrección de octubre. Pero lo decisivo no fue el carácter fascista o no fascista de la ceda, sino la percepción del psoe, influido por los avances de la derecha antiparlamentaria en Alemania, Austria e Italia, de que tal era el caso. Así, Largo Caballero y sus seguidores madrileños apostaron por la acción violenta en un intento de prevenir que la ceda destruyese la democracia, aunque mostrasen una incapacidad asombrosa en sus tareas insurreccionales, debido, según la autora, a la mentalidad burocrática socialista, la ausencia de una tradición revolucionaria, la escasez de grupos armados o su mala preparación. Lo que resulta evidente en el libro es que el Estado republicano no tenía problema en reprimir acciones de protesta como las de octubre del 34.

En contra de lo que afirman ciertos esfuerzos propagandistas recientes, Souto insiste en que la guerra civil no fue "causada" por los sucesos de octubre del 34, y defiende esta afirmación poniendo en práctica una erudición impresionante, haciendo uso con gran habilidad de un conjunto de material primario extraordinario que la autora ha conseguido desenterrar en numerosos archivos de Madrid, Amsterdam y Londres. Efectivamente, la guerra civil empezó casi dos años después del periodo analizado por Souto, pero lo hizo cuando el estado republicano se desplomó ante la rebelión de una parte del ejército.