Meditaciones en el desierto
Gaziel
27 octubre, 2005 02:00Gaziel. Foto: Archivo
La voz de Agustí Calvet (1887-1964), que fue quien hizo popular el seudónimo "Gaziel", no se había escuchado demasiado en la España de los últimos años hasta que, en 2003 se publicó una recopilación (Cuatro historias de la República) de la mayor parte de los artículos escritos durante el periodo republicano.
Las anotaciones de Gaziel, escritas para que sirvieran "de testimonio, de acusación y de escarmiento", son una voz del exilio interior y tienen un fuerte componente de decepción sobre lo que el autor consideraba el abandono en el que habían dejado a España las potencias democráticas occidentales tras la guerra mundial. El Reino Unido y Churchill son los principales destinatarios de estas invec-
tivas. Decepción también contra algunos intelectuales españoles que, después de haberse comprometido con el proyecto democrático republicano, trataron de buscar un apacible acomodo en el ambiente asfixiante de la España de la posguerra. La primera invectiva se la lleva Ortega y, por la pasarela de los conformistas desfilarán también Marañón, Azorín, Benavente, Pérez de Ayala, Gómez de la Serna, y periodistas como Víctor de la Serna, "Augusto Assía", Carlos Sentís y J. M. Massip, que tuvieron que adaptarse a las condiciones del nuevo régimen. Las meditaciones de Gaziel son, por último, las reflexiones de un nacionalista catalán desengañado que se siente demócrata. La Cataluña de aquellos años era otro motivo para acrecentar la decepción del autor, pero la reflexión sobre la experiencia nacionalista que había vivido cobra un extraña actualidad en los tiempos que ahora corren.