Ensayo

Los Godó

Vis Molina

22 diciembre, 2005 01:00

Ed. Martínez Roca. 262 pp. 22 e. V. Batallé: La saga de los Maragall. La esfera. 378 pp, 24 e.

Dos libros que se cruzan y superponen. Dos visiones desde la nobleza y la alta burguesía que alumbran los últimos 125 años de la vida social, cultural y política de Cataluña.

Si se comienza la lectura por Los Godó, nos moveremos entre las líneas de una prosa ágil y sin pretensiones que va desplegando los avatares de dos hermanos, Carlos y Bartolomé Godó Pie, que fundan en Barcelona el periódico "La Vanguardia". Corre el año 1881 pero los Godó ya saben que en la España del proteccionismo económico conviene llevarse bien con el poder político, y "La Vanguardia" nace como órgano del Partido Constitucional liderado por Sagasta. Como escribe Vis Molina, periodista y filóloga, siete años más tarde el periódico se independiza, cambia el formato y saca a la calle dos ediciones diarias. En 1904 incorpora fotografías y desde entonces trata de estar en la vanguardia tecnológica de la Prensa. A la vez, los Godó buscarán siempre guardar un delicado equilibrio entre el catalanismo y el gobierno de Madrid. Siempre siguiendo la máxima de la casa: "No queremos ser del Gobierno, pero no queremos estar mal con el Gobierno".

En esta historia de cuatro generaciones y media de la familia Godó, Vis Molina ha construido el devenir del periódico proyectándolo sobre el desarrollo de Barcelona a través de información recogida en hemerotecas y entrevistando a quienes conocieron a los Godó. Ofrece algo muy poco frecuente: un retrato de la alta sociedad barcelonesa. El prólogo de Juan Antonio Samaranch subraya la pasión por el deporte, vela y tenis, sobre todo, de los Godó y completa un volumen en el que su autora ha sabido mantener un cierto tono independiente y crítico.

Por su parte, La saga de los Maragall es la narración de otra estirpe catalana, desde el abuelo poeta y el padre senador hasta el actual presidente de la Generalitat. Una familia crecida al calor de la política y preocupada por el encaje de Cataluña en España. Víctor Batallé (Badalona, 1947), traductor, poeta y novelista, arranca su saga con el nacimiento de Joan Maragall en la Barcelona de 1860. A partir de ahí muestra a un hombre profundamente preocupado por sus creencias religiosas y por la incorporación del pensamiento europeo al acervo catalán. Traductor de Goethe, Nietzsche o Novalis, su importancia literaria viene de ser uno de los iniciadores de la poesía moderna en catalán. Murió en 1911 dejando una prole numerosa y una economía familiar más que saneada.

La descripción de los Maragall de Víctor Batallé se hace más densa cuando se refiere a Joan y a Pascual. Es lógico ocuparse del fundador de la saga y de quien llega a organizar los Juegos Olímpicos de 1992 y se convierte en 2003 en presidente de la Generalitat. Es algo natural, aunque quizá lo sea menos su tendencia a no detenerse en las zonas opacas. En este sentido, la biografía política de Pascual Maragall escrita por Luis Mauri y Lluis Uría, La gota malaya (1998) -recensionada en estas páginas-, se permite presentar a un personaje político cuya trayectoria está trufada de aciertos y errores. La algodonosa cautela de Batallé no impide disfrutar de un texto que, encajado con el de Vis Molina, hacen entender mejor la complicada cuestión catalana.