Image: Ensayos (1952-2001)

Image: Ensayos (1952-2001)

Ensayo

Ensayos (1952-2001)

Gore Vidal

26 abril, 2007 02:00

Gore Vidal en Trailer for a Remake of G. V.’s Caligula ( 2005), de Vezzoli

Ed. y Trad. de E. Iriarte. Edhasa. Barcelona, 2007. 968 págs, 46’55 e

Hace apenas unas semanas Gore Vidal era entrevistado en la CNN. Con la sugerente bahía de Hong Kong como escenario, los telespectadores pudimos comprobar cómo el paso del tiempo había castigado, tal vez en exceso a sus ochenta y dos años, el cuerpo de Vidal, ahora sujeto a una silla de ruedas. Sin embargo su mente continuaba tan lúcida, su lengua tan punzante y sus observaciones tan trasgresoras como las del Vidal de los 60, cuando se presentó como candidato demócrata al Congreso de los Estados Unidos. "George Bush Jr. es el peor presidente en la historia de los Estados Unidos", afirmaba con la misma convicción y rotundidad que algunos siempre entendieron como arrogancia.

Siempre en primera plana, Gore Vidal viene ahora a estas páginas por la publicación de una colección de ensayos, tal vez la más completa del autor en español, escritos entre 1952 y el 2001; el último de ellos, "El martes negro", fue escrito pocos días después del 11-S. Se recogen más de sesenta ensayos estructurados en dos secciones de similar extensión: "El asunto de la ficción" y "Los placeres de caos".

La primera es la más homogénea de las dos, pues, tal como refleja el título, la literatura -fundamentalmente anglosajona en general y norteamericana en particular- se convierte en referente monotemático. Junto a piezas de sobra conocidas como "El autobombo de Norman Mailer", "Twain en la gran gira"; los dedicados a Henry James y Henry Miller; y el corrosivo "Gánsters literarios" ("Tradicionalmente, un crítico se define en relación con aquello que admira, y eso es lo que le convierte en crítico en vez de gánster", pág. 100); encontramos otros menos citados -algunos publicados aquí por primera vez en español- pero igualmente inteligentes, como el breve ensayo titulado "Una nota acerca de la novela", escrito en 1956, donde ya preconiza la disquisición imagen-narrativa (o televisión-literatura), y cuestionables, como "John Dos Passos a mediados de siglo" ("Admito que hay algo de cierto en todo lo que dice Dos Passos, pero me da la impresión de que detrás se esconde un espíritu resentido y mezquino y, en el fondo, poco comprensivo... No es más que la necedad de un viejo, cosa que un buen artista o un hombre cabal intentaría evitar", pág. 341).

Valoraciones de este tipo han motivado que, tal como menciona Eduardo Iriarte en la interesante (por crítica, informada e informativa) introducción, en "La melancolía del francotirador", "existe la creencia generalizada de que, al menos como ensayista, tiene por único objetivo la demolición de la labor ajena, la mofa de los menos afortunados, la provocación por la provocación misma" (pág. 14). Y si en algún caso tiene justificación tal apreciación es en los ensayos recogidos en la segunda sección, dedicada al mundo de la política.

La propia trayectoria biográfica de Vidal, desde su activismo político hasta su amistad con presidentes norteamericanos como Kennedy, confiere una novedosa -por la trascendencia- dimensión crítica a sus escritos. Resulta especialmente paradójico comprobar cómo desde la más pura ortodoxia filosófico-intelectual norteamericana, aquélla que nos remonta a William James o Rorty, Gore Vidal articula una interesante aproximación crítica en la que se cuestionan y ponen en entredicho los más genuinos valores de la sociedad norteamericana, aquéllos históricamente referidos a la libertad democrática o a los derechos individuales. Así por ejemplo en "El Caos" (Conferencia de Amnistía en Oxford, 1995) leemos: "Mientras tanto, prácticamente todo Gobierno tiene como objetivo tradicional controlar a todo el mundo en todo momento [...]. Desde luego, no se ha hecho ningún intento cabal de crear una democracia en Estados Unidos, y ya es demasiado tarde" (pág. 887). En "El auténtico sistema bipartidista" (publicado en Los Angeles Times en 1980) había desplegado su faceta irónica al mencionar que "Las elecciones presidenciales son en cierto modo como los premios Grammy..." (pag. 767). No en vano, el valor de los ensayos de Gore Vidal no se encuentra únicamente en lo que dice, sino también en cómo lo dice: "El Imperio norteamericano surgió con un fogonazo de retórica, en gran medida paranoide" (pág. 738, "Política paranoide").

Tan conocido por sus novelas (Lincoln, Imperio...) y ensayos (Virgin Islands...) como por sus peleas con Norman Mailer, Bobby Kennedy o Truman Capote, Eugene Luther Gore Vidal (West Point, Nueva York, 1925) se crió en Washington junto a su abuelo, el senador ciego Thomas Gore. Autor de casi cuarenta libros y más de cien guiones (entre ellos el de Ben Hur), periodista y dramaturgo, ha participado en la política USA a lo largo de 60 años.