Image: Las Españas que no pudieron ser. Herejes, exilios y otras conciencias (siglos XVI-XX)

Image: Las Españas que no pudieron ser. Herejes, exilios y otras conciencias (siglos XVI-XX)

Ensayo

Las Españas que no pudieron ser. Herejes, exilios y otras conciencias (siglos XVI-XX)

Manuel Peña Díaz (ed.)

23 octubre, 2009 02:00

El fusilamiento de Torrijos, de Antonio Gisbert.

Universidad de Huelva, 2009. 180 páginas, 10 euros


Los exilios, las Españas que pudieron ser pero no fueron, las disidencias, los desacuerdos, todo ello forma parte del libro coordinado por Manuel Peña (Huelva, 1962), que recoge las ponencias de un coloquio celebrado en la Universidad de Córdoba en 2007 y que viene precedido de unas interesantes reflexiones introductorias del autor sobre la historia de España y el sentido de dicho coloquio, en las que huye de cualquier planteamiento de España como problema para buscar lo que él llama "los senderos bifurcados", "las múltiples lógicas de la razón que existieron en cada momento aunque solo triunfase una". El problema, con tales premisas, es la enorme amplitud de las cuestiones propuestas, pues si ya de por sí es difícil abarcar todos los exilios de nuestra historia -unos tres millones de personas según la cifra que aporta Peña- mucho más lo es tener en el punto de mira los incontables exilios internos de carácter religioso, social, intelectual o político; los excluidos o disidentes de cual- quier tipo; todos aquellos que han vivido o viven al margen de las sucesivas identidades exclusivas y excluyentes de nuestra historia. La elección de un objetivo tan dilatado y heterogéneo hace imposible que el libro satisfaga una mínima parte de las cuestiones que pudieran plantearse, lo que se convierte en su principal defecto, aunque se vea compensado por la calidad de algunos de los trabajos que le integran, escritos por destacados especialistas en los temas tratados.

De exilios propiamente dichos se ocupan Doris Moreno y Manuel Moreno Alonso. Aquélla sigue las trayectorias fuera de España de una serie de judíos y protestantes españoles en los siglos XVI y XVII, mientras Moreno Alonso estudia la estancia en Inglaterra de los liberales españoles perseguidos durante la "década ominosa" del reinado de Fernando VII, tras el fin del trienio liberal. Son solo dos de los numerosos exilios de la Edad Moderna, aunque ambos sean buenos ejemplos, dos tipos distintos de huida forzosa situados respectivamente al comienzo y al fin de tal periodo. Otros trabajos profundizan en las identidades diferentes que están en la base de tales exilios, como el análisis que hace José Ignacio Pulido de la obra fundamental de Américo Castro sobre los conversos, o el sugestivo estudio de Ricardo García Cárcel sobre los intelectua- les españoles que hubieron de vivir la dramática coyuntura de 1808, que él clasifica en apocalípticos, integrados y desengañados. La religión y la Historia Moderna tienen un peso específico superior respectivamente al de las disidencias políticas y la historia Contemporánea. Solo los dos estudios finales se ocupan del periodo más reciente, en un caso con una reflexión sobre el republicanismo español a caballo de los siglos XIX y XX (José Luis Casas Sánchez), y en el otro con unas páginas dedicadas al nacimiento y la crisis del nacionalcatolicismo franquista (Antonio Barragán Moriana). Más espacio dedica el libro a la religión moderna, causa principal entonces de exclusiones y disidencias. Antonio Castillo hace un interesante estudio sobre la persecución de carteles y libelos infamantes, y José Pardo Tomás se ocupa de las acusaciones de herejía en las polémicas que acompañaron las controversias médicas de los años finales del XVII y comienzos del XVIII, en los que comenzó a desarrollarse la ciencia moderna. El casuismo y el posibilismo moral, y la enemiga que desató entre los rigoristas, hasta su condena final, es el objetivo del buen artículo de Teófanes Egido. En fín, y en relación con la necesidad de evangelizar para difundir los conocimientos elementales de la religión, Antonio Luis Cortés Peña se ocupa de las misiones interiores -dentro de la propia España- llevadas a cabo por los jesuitas.

En definitiva, la amplitud y dispersión del tema -o mejor dicho, los temas tratados- se salvan gracias al interés, la calidad y la originalidad de buena parte de los estudios, algunos de los cuales, como no podía ser menos al hablar de marginados, abordan cuestiones poco transitadas habitualmente por la historiografía.