Image: Milagro en Miami

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Novela

Milagro en Miami

Zoé Valdés

9 mayo, 2001 02:00

Planeta. Barcelona, 2001. 265 páginas, 2.500 pesetas

Aunque, para entendernos, vuelva a caer en la "trampa cubana", Zoe Valdés logra asombrarnos con recursos, personajes y situaciones originales

Para empezar, y para entendernos, por una razón secuencial y lógica, atendamos al título. Porque en él se incluye la advertencia de que todo lo que venga tras él tendrá el tono de parodia fantástica y crítica con el que De Sica y Zabattini, dos maestros del neorrealismo italiano, se pronunciaron para contar en clave poética una fábula social: la tragedia del exilio, de muchos hombres y mujeres huyendo desde un lugar dominado por un grotesco tirano hacia "un país donde los buenos días quieren decir buenos días". Quienes recuerden Milagro en Milán (1950) sabrán de aquel tono ambiguo, discutible y discutido, pero indiscutiblemente logrado.

Pues bien, Milagro en Miami quiere ser réplica a lo esencial de aquel argumento enfatizado por la tromba imaginativa y verbal de la autora de títulos tan reconocidos como La nada cotidiana (1995) o Te di la vida entera (Premio Planeta, 1996). Igual que en éstos, se disfruta su energía creadora, su asombrosa habilidad para arrastranos hacia una realidad amarga y real, por los cauces de la lógica de lo imposible; para hacernos disfrutar con golpes de ingenio y de sarcasmo que disfrazan de humor la crudeza de lo que cuenta. Por eso, aunque no sea éste un gran libro, ni logre esquivar la tentación de echar mano de sus obsesiones...; aunque, para entendernos, vuelva a caer en la "trampa cubana", logra asombrarnos con recursos y situaciones originales.
Coincide su idea con la que alberga su homónima: contar la historia de muchos exilios; aquí de inmigrantes cubanos, nunca "exiliados del todo", porque "cada cual pretende pertenecer a ambas orillas": la de la isla de la que vienen y la de la ciudad en la que residen, Miami, "capital de la paradoja y la parodia". Coincide la intención de apelar a lo irracional con grandes dosis de hechizos, brujerías y un "milagro", como única alternativa para burlar la sinrazón. Y su trama se apunta, también, al folletín y a la caricatura para subrayar el patetismo y trascenderlo. Pero va por otros derroteros. Contiene la historia de una misteriosa fuerza "maligna" actuando sobre "la muchacha más bella del mundo"; la intervención de un detective vidente, un tipo "a la medida" de un enigma satánico del que sólo existen pruebas ilustradas con "presentimientos y sucesos presentidos"; la desarticulación de un plan maquiavélico; y un despliegue de personajes que representan el bien y el mal, el poder y sus abusos... En fin: un ciclón caribeño, exagerado y expresivo de acciones que dan cuenta de cómo se fugan en "balsas" los que quieren ganar la frontera mexicana, de cómo viven los cubanos esa "ciudad rebosante de exaltaciones, de pasiones", de cómo la distancia no es olvido...

Lo avisado: de nuevo el enredo cubano invadiendo una ficción expuesta con la estrategia de un partido de "béisbol cubano"; cada capítulo un asalto entre dos bandos. Un juego cruel, que "no se acaba hasta que se haya acabado".