Fin de fiesta
Camen Rico-Godoy
4 julio, 2001 02:00Fin de fiesta es fiel reflejo de ese afán por imbuir ideas y reflexiones en convulsivas y frenéticas acciones. Es, como tantas veces, un argumento que arrastra y divierte. Lo protagonizan mujeres que logran sobrevivir al intento de serlo; en este caso dos hermanas gemelas de idéntica apariencia y contraria personalidad. María es una actriz independiente, nerviosa y decidida; vive el ajetreo de una vida que intenta digerir a base de la ingestión indiscriminada de nicotina, tranquilizantes y aspirinas. Ana lleva una vida calmada y convencional; ha relegado sus inquietudes por un largo matrimonio con un típico ejecutivo que emprende otra relación con una mujer más joven. La primera es quien conduce el relato en una primera persona cuyo pulso vivo y ágil nos arrastra por lo inesperado de una situación que ambas viven en las Navidades del reciente fin de siglo. La trama se desata el 28 de diciembre, fecha en que cumplen 51 años. Ese cumpleaños, que empieza como una fiesta en casa de María, se desata con la sorpresa de una visita a las urgencias de un hospital y un fin de fiesta que resume con sorna y mordacidad la resaca de miedos que ahogan -la edad, el cansancio de querer "ser" sola-, y de cambios en la postura en que las dos hermanas afrontan sus vidas.