Novela

Siempre caro

Marcelo Fois

2 enero, 2002 01:00

Traduc. E. Grau. Salamandra. 126 páginas, 2.500 pesetas

Hay paisajes que surgen como una divinidad, y un espacio que explica la historia hasta el mito. Hay paisajes que marcan a los seres que los habitan, y esta circunstancia la atrapa, con especial habilidad, Marcelo Fois en Siempre caro, una narración que es novela negra, pero casi no lo es, para suerte suya. Y no quiero plantear un juego de paradojas, sino resaltar que su escritura está por encima del género que en principio utiliza para armar la trama narrativa.

Marcelo Fois (Nùoro, Cerdeña, 1960), aunque ya había publicado ocho novelas en diversas editoriales menos conocidas, ha obtenido con el libro que nos ocupa, primera entrega de una tetralogía cuyo protagonista es el abogado Bustianu, una proyección importante, que le ha llevado a ser traducido a ocho idiomas.

Como el gran poeta Pascoli, Fois se sirve de la naturaleza para expresar la realidad de las pequeñas cosas, desde una maniera intuitiva, nunca explicativa. De tal forma que la comprensión de esos seres de finales del siglo XIX, en la Cerdeña campesina, se explican, no desde una trama detectivesca, sino en la prosa precisa que transmite una realidad cotidiana de un tiempo en transformación latente. Bajo la óptica de tres narradores distintos, se nos cuenta la investigación llevada a cabo por el abogado Bustianu, amante de la poesía y de la meditación filosófica, que se encarga de defender a un joven acusado de robo. A medida que la acción progresa, nos adentramos en una atmósfera cerrada, en un microcosmos secreto que confiere la cerrazón de una isla, un tiempo marcado por un paisaje que se remonta al comienzo del mundo.