Image: Como ángeles en un burdel

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Novela

Como ángeles en un burdel

Marta García-Lliberós

14 noviembre, 2002 01:00

Marta García-Lliberós. Foto: Mercedes Rodríguez

XXXIV Premio Ateneo de Sevilla. Algaida, 2002. 360 páginas, 16’39 euros

Las tres novelas publicadas por María García-Lliberós (Valencia, 1950) presentan importantes rasgos comunes. Sus historias de sentimientos están encarnadas en personajes que afrontan situaciones de la vida cotidiana en nuestro tiempo.

Sus criaturas son analizadas en sus relaciones de pareja, donde el amor y el sexo ocupan lugares decisivos en sus comportamientos, hasta descubrir su soledad e insatisfacción íntima. Estas novelas están construidas en estructuras clásicas con triángulos amorosos que potencian la suspensión de la intriga en el desvelamiento de sus conflictos pasionales y en un estilo que busca siempre la corrección en su factura también clásica. Por este camino avanzó su anterior novela, Equívocos (1999), ganadora del premio de la Crítica Valenciana. Y su trayectoria narrativa se afianza con mayor introspección psicológica en Como ángeles en un burdel, distinguida con el XXXIV premio Ateneo de Sevilla.

Esta novela nace como un cuaderno íntimo que su narradora y protagonista escribe primero como terapia recomendada por su psicólogo, después por necesidad de conocerse y aceptarse a sí misma, recién entrada en la treintena y, al final, tras un año de escritura, por gusto y alivio de haber superado su desconcierto inicial. Todo arranca de la conciencia de culpa que Angélica siente por no haber ayudado a su amante cuando éste sufrió el ataque cardiaco que acabaría con su vida. El doctor Pellicer era su jefe en el hospital y su amante desde la adolescencia. La manipuló como un moderno Pigmalión, experto en el amor y en la crueldad. Con su muerte ella queda liberada de su tutela profesional y amorosa. Libre también de toda dependencia familiar, se abre a una nueva vida en la que pesan en su conciencia de culpa, su atracción por los hombres maduros y ciertas prácticas en la relación de pareja aprendidas de su protector y ejercitadas con su actual amante, también mayor que ella.

El cuaderno autobiográfico de Angélica contiene una novela del aprendizaje, con la educación sentimental de la protagonista desde su infancia en el tardofranquismo hasta el presente narrativo de su escritura en el año 2001. Su formación en múltiples aspectos del acceso a la vida adulta incluye sus experiencias familiares, sobre todo la conflictiva relación con sus padres y su reflexión existencial ante la muerte de su abuela, sus estudios y su descubrimiento del amor y el sexo con el padre de uno de sus compañeros que también será su jefe como enfermera. Esta dimensión individual de la vida de la protagonista se completa con el alcance colectivo de la novela en la confrontación ideológica entre sus ascendientes familiares, con tensiones políticas y sociales que llegan a sus padres, entonces universitarios progresistas del 68 y ahora integrados en el sistema.

Como ángeles... ofrece la explicación de una vida desde una experiencia de íntima soledad y engaño, pero también con la afirmación de la voluntad de vivir fundada por su protagonista en el conocimiento y la aceptación de sí misma. Hay en su narración deficiencias como el empleo de tópicos y lugares comunes en metáforas y comparaciones desgastadas por el uso o el relato de la historia familiar y amorosa de la pareja vecina de la protagonista en la playa de la Malvarrosa. Aunque sea un resumen narrativo no se justifica su inclusión al final, pues se aparta de la acción principal, por más que con dicha pareja se abra la novela y el hombre acabe siendo amante de la protagonista. pero estos fallos no empañan el interés de una novela con una intriga que mantiene el suspense de su relato retrospectivo mediante prolepsis o anticipaciones bien distribuidas en su narración lineal, escrita con naturalidad y escrupuloso respeto por el punto de vista de su narradora.