Novela

La orilla del mar

Veronique Olmi

9 enero, 2003 01:00

Lengua de Trapo. 72 páginas, 8’41 euros

Hay viajes a ninguna parte que conducen directamente a la profundidad de la nada, porque el viaje son los viajeros, y sus caminos están marcados por sus demonios interiores. La protagonista sin nombre de este relato inquietante se lleva una noche inhóspita a sus dos hijos, de nueve y cinco años de edad, de viaje al mar, para que puedan contemplarlo por primera vez. Nada es lo que parece. Ni están de vacaciones, ni el trayecto es grato, ni el mar es lo que se imaginan. Todo lleva el sello de la alucinación, de un viaje sin dinero, en una pensión misérrima, en una ciudad vista a través de los ojos de esa madre que ama diferente, porque también es diferente, atravesada por el fracaso y un dolor soterrado que ha invadido su existencia.

El lector se encuentra en una narración sonámbula, confesional, terriblemente dura, un monólogo casi kafkiano, en cuya lógica habita el dolor y la derrota. Es el esfuerzo de vivir de los perdedores, sus piruetas en el vacío. Bajo el prisma de una historia aparentemente anodina, casi carente de datos, los dos niños que viven en ese caos muestran su amor incondicional a su madre, sus crecientes personalidades, la calderilla de unas vidas marcadas por el infortunio, y sufrimos con ellos esa lluvia que les cala hasta el alma, su noche oscura en el mar.

Conocida en Francia en el ámbito teatral Véronique Olmi (Niza, 1962) se inicia en la novela con La orilla del mar. Una novelista que sabe plasmar con sobriedad y lirismo una fábula aterradora que se inspiró en un caso real.