Novela

El último verano

Ricarda Huch

6 marzo, 2003 01:00

Ediciones B. 126 páginas, 12’50 euros

"Ningún entendido en arte dejaría de admirar las formas de la pintura bizantina; pero nadie querría que se retrocediera a aquella época". Estas palabras de Velia, hijo del Gobernador de San Petersburgo, a su primo Peter, nos introducen de lleno en la trama de El último verano (1910), la novela epistolar de la alemana Ricarda Huch (1864-1947).

La acción se sitúa en los albores de las revoluciones rusas de principios del XX. En medio de tensiones sociales crecientes, la Universidad de San Petersburgo ha sido clausurada y los líderes de la revuelta quedan a la espera de juicio. Amenazado de muerte por los anarquistas, el Gobernador se dispone a pasar el verano con su mujer y sus hijos. Contratado ingenuamente por su esposa, Liu -encarnación del superhombre que trabaja para aniquilar toda noción ética individual- se infiltra en la casa y se dispone a asesinar al Gobernador.

A través de un centenar de cartas cruzadas nos adentramos en la intimidad de unos personajes magistralmente trazados. Resistente interior al nazismo en su país, Huch muestra en El último verano, con una sutileza profética la contradicción, que significa sostener a un tiempo la destrucción de la moral y la exigencia de someter a todos a un credo político que pretende abarcar todos los aspectos de la vida y que acaba por imponerse de forma cruenta.