Novela

Vértigo Menièr

Damián Torrijos

29 julio, 2004 02:00

Premio Alfonso VIII. Edaf, 208 páginas, 11’95 euros

Ya tenía el oscense Damián Torrijos una extensa experiencia en galardones de los que rara vez llegan a la prensa cuando quedó finalista del Azorín de novela con Almacándida: politus viator, que en 1996 conocería una edición que pasó inadvertida. El premio Alfonso VIII de Narrativa, dotado con 9.015 euros, permite a este autor publicar en una editorial comercial y acercarse a todos los lectores. Le llega este merecido y tantas veces rozado privilegio con una novela que podríamos llamar "negra", ya que cumple todas las premisas del género, aunque se aliñe con otras gracias más propias de la novela histórica o del retrato de costumbres. En el primer capítulo hay un muerto: una cabeza seccionada aparece en un parque. La investigación para dar con el resto del cuerpo centrará la trama. Un arranque, por cierto, que emparenta a esta novela con la de Tabucchi La cabeza perdida de Damasceno Monteiro, donde lo que aparece es el cuerpo y lo que se busca, la cabeza.

La investigación de un asesinato que forma parte de una serie sirve a Torrijos para presentar la pugna entre las fuerzas vivas de una ciudad de provincias en su afán por hacerse con el control de la situación: el párroco, el policía y el político, los tres caricaturizados con maestría e inmersos en la España de la dictadura. Eso es lo mejor de la novela. Lo peor: un estilo que no encuentra su lugar entre el barroquismo deudor por línea directa de Cela y Umbral, un coloquialismo algo molesto y el uso reiterado del vulgarismo. La novela es un ejercicio que promete más de lo que cumple. Para promesas cumplidas habrá que aguardar a trabajos futuros de su autor.