Novela

El círculo de los escritores asesinos

Diego Tréllez

23 noviembre, 2006 01:00

Candaya. Canet de Mar, 2006. 313 páginas, 16 euros

Lo primero que sorprende de este libro es la solvencia narrativa de su autor a pesar de su juventud (no ha cumplido 30 años) y la ambición de su trama. Explica en el prólogo Santiago Roncagliolo que es ésta una novela de detectives sin detectives. Asimismo, destaca la influencia que sobre la historia ejerce la literatura de Roberto Bolaño. Sin duda, Bolaño está presente en estas páginas: lo están sus personajes, sus citas y su larga sombra proyectada, junto a la de otros muchos, en la historia. Y es que referencias literarias no le faltan a este maduro debú narrativo. De hecho, los cuatro narradores son escritores frustrados y la peripecia que cuentan también tiene que ver con el mundo profesional de la literatura: el asesinato, a manos del Círculo al que todos pertenecieron, de un crítico literario llamado García Ordóñez.

El recurso utilizado por el autor es el de narrador-editor. Uno de los protagonistas, un enigmático Alejandra Sawa, recopila cuatro manuscritos, pertenecientes a otros tantos ex compañeros de la banda: tres hombres y una mujer. La novela es, pues, ya desde su planteamiento, compleja: diferentes puntos de vista sobre la misma anécdota, construcción de complejas psicologías para los personajes, recreación de la ciudad de Lima tras la etapa de Fujimori e innumerables referencias literarias para vertebrar las diferentes voces.

Una novela ambiciosa, de las que se agradece encontrar de vez en cuando. Editores como los de Candaya salvan a los lectores inquietos de un seguro adocenamiento.