La realidad se ha vuelto una costumbre /donde la juventud se esparce, descompuesta./Un espacio que domas con cautela/ amortiguando formas excesivas" (pág. 101). Esa manera desde la que el poeta contempla el espectáculo de la propia vida, de la experiencia recorrida, tiñe con un tono elegíaco este poemario que es larga reflexión de raíz cernudiana. La conciencia del paso del tiempo tal vez sea el hilo conductor que recorre, de una manera abierta líricamente reflexiva, este libro de poemas, que no es otra cosa que un pacto con la verdad de las palabras.

Ferrán Gallego (Barcelona, 1953) ejerce la docencia en Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Barcelona. Ha publicado diversos trabajos sobre el fascismo europeo y el populismo hispanoamericano. Como poeta ha publicado Cuerpo en falso (1984).

En medio de esa conciencia el poeta busca el equilibrio humano y temporal que le permita identificarse : "Tal vez la dicha sea una costumbre/resignada a sí misma" (p.42). Ese ir y volver de lo interno a lo exterior, se realiza en los poemas a través de yuxtaposiciones de los espacios cerrados, interiores y/o privados, con el ámbito externo, la ciudad el paisaje, dejando un lugar intermedio donde tiene lugar la conciencia de la fugacidad del tiempo recorrido, de los lugares y los seres donde ha sucedido la "experiencia". Y es ahí donde el poema ocupa su lugar. El amor es también objeto de la materia poética de "El beneficio de la duda", y el poeta medita sobre la madurez de un amor que, al igual que la luz, es mediador de la conciencia, hace creer en esa vida compartida. El poeta descubre que, a cambio de esa edad madura que le hace llegar a territorios intuidos, le queda "el beneficio de la duda" frente a la maravillosa intransigencia de una juventud combativa ante la vida y ante la historia.