Poesía

Poesía completa y prosa selecta

Julián del Casal

10 abril, 2002 02:00

Ed. álvaro Salvador. Verbum. 410 páginas, 16’53 euros

Quizá sea atribuible al gran Rubén Darío una curiosa finta de política literaria. Sentarse en el gran trono del Modernismo como si nada hubiera habido antes, en los territorios del idioma español, que mereciera ese nombre. Cierto que lo que existía en España antes (Manuel Reina, Salvador Rueda) está lejos de Darío. Pero ¿se puede llamar precursores del Modernismo a modernistas tan notables como José Asunción Silva, Gutiérrez Nájera, Martí o Julián del Casal?

Julián del Casal (1863-1893), cubano de antes de la independencia de Cuba, murió de tisis en La Habana. Pero si entre los ingredientes del modernismo están la solidez parnasiana, la simbolización que tiene a lo inconcreto y un decadentismo fortísimo que siente que el agobio de la vida y del fin de una civilización no pueden paliarse sino en la artificiosidad morbosa y el Arte (con mayúscula), entonces pocos modernistas tan absolutos como Del Casal, aunque su obra quedara trunca. Es cierto que su primer libro de versos, Hojas al viento (1890) acusa aún influencias del tardorromanticismo, aunque en él figure La canción de la morfina. Sin embargo, en Nieve (1892) y en Rimas (1893), que apareció con el título de Bustos y rimas, Casal es ya el decadente sumo, cuyos versos se llenan de pedrerías, exotismos, ansias de muerte y vocación de huida... El decadente es un revolucionario apático que busca y quiere otro mundo deleitándose sin embargo en la agonía, como el que pinta Casal en La agonía de Petronio. Recordemos al poeta de Nostalgias o de Flores de éter. Casal fue un magnífico poeta, además de un gran artífice del verso, y de su modernismo no puede caber duda. Más aún si se añaden sus prosas donde utiliza la estética del poema en prosa baudelairiano, pero también el acercamiento a los grandes del panteón simbolista, desde Maupassant a J.K.Huysmans.

Debe ser bienvenida esta edición de álvaro Salvador -aunque se eche de menos una introducción más larga- porque, fuera de las múltiples antologías modernistas, que yo sepa, Julián del Casal nunca había sido editado en España. Casal es un indiscutible hito de su tiempo y de su tan larga descendencia.