Poesía

Los ojos habitados

C. García Osuna

26 junio, 2002 02:00

Calima, 2002. 406 págs.

La actividad de Carlos García-Osuna en múltiples aventuras artísticas y culturales, su ejercicio habitual de la crítica de arte y tantas otras cosas como abarca su prosa dejan ahora la palabra al ser "orientado a lo recóndito" -como dice Antonio Hernández en su colofón a este libro- que habita en la persona pública del autor. Los poemas de Los ojos habitados son trece homenajes a distintos pintores, de Picasso a Antonio López, pero a la vez componen un homenaje a la pintura ("el espacio se mancha con las cosas") y una reflexión filosófica sobre el arte de la visión ("Ver/es habitar ojos […] y fijar las conciencias"): fundan ese "modo de visión" de que habla Jaime Siles en su prólogo.

Lo que más me ha interesado al leer este libro como escritura poética es la forma particular de realismo que propone: la manera en que los homenajes, las composiciones ut pictura, las sugestivas imágenes que se suscitan ante tan varias alternativas de creación van dando vida a un discurso en el que se perfila la ética de un pensar estético. Ciertamente, el referente sigue ahí, y tratado con riqueza de sentidos ("la resina hecha niebla/vasta cosmogonía/donde caben las miradas inciertas/lo jamás descubierto"), con conciencia del misterio ("y un pacto inexplicable/de la línea y las huellas/que termina en silencio"), pero sirviendo a la conciencia más amplia del existir de quien trata de ver, de todos nosotros. Es la multiforme consideración de la fugacidad humana son las proposiciones en torno a la memoria y al valor del olvido, en torno al sentido salvador del arte y la exigencia de conciencia histórica ("viva, la ira permanece"): las coordenadas del "mapa de su pecho", en suma.