Poesía

Café con amazonas

Román Piña

6 marzo, 2003 01:00

La bolsa de pipas. Palma, 2002. 95 páginas

Narratividad, desenfado, humor y erotismo caracterizan al primer libro poético de Román Piña, que no defraudará a quienes disfrutaron con sus incursiones en la narrativa, Las ingles celestes o Un turista, un muerto. No parece importarle demasiado el preciosismo estilístico a este poeta que busca ante todo la efectividad, que entremezcla intimismo costumbrista y graciosos disparates, cotidianidad y magia: "Una vez habité un pequeño piso/que cruzaban los pájaros en julio,/que en invierno poblaban osos blancos./Era como una urna transparente:/sus paredes pinté con mucho miedo/por si cedían bajo mis brochazos". Los poemas más característicos de Román Piña nos cuentan una historia, por lo general de índole erótica y apariencia autobiográfica. Incluso los "Epigramas del agravio" suelen incurrir menos en el ingenio punzante característico del género que en la anécdota bienhumorada ("Sr. Director") o en la viñeta que roza el absurdo ("Las ruedas"). Cuando el poeta se pone serio (o trascendente) el resultado suele ser menos afortunado. Del tópico del amante abandonado, grato a Borges y a Luis Alberto de Cuenca, trata "El buzón" ("Desde que me has dejado no comprendo/el ritmo de las horas,/el camino del sol, la inútil noche"); los versos finales, con su ambigöedad no sabemos si deliberada, convierten el poema en borrador del poema posible, algo frecuente en Román Piña, un poeta que combina lirismo y desparpajo en dosis no siempre bien equilibradas.