Poesía

Poesía de la Guerra Civil. Antología

Varios Autores

23 noviembre, 2006 01:00

Edición de Jorge Urrutia. Fundación José Manuel Lara. Sevilla, 2006. 436 págs., 18 e.

Coincidiendo con el 70 aniversario del alzamiento militar de 1936 diversas publicaciones van recuperando el corpus de poesía a que dio lugar la guerra, entre ellas la antología Capital de la gloria, realizada por J. García Sánchez, la edición facsímil del Romancero general de la guerra española que en 1944 editara Alberti en Buenos Aires y esta antología a cargo del profesor y poeta Jorge Urrutia.

Grandísimo interés tiene esta última por el revelador estudio preliminar de Urrutia y por su decisión de recoger -no sin dificultades- una importante muestra de la poesía escrita desde los dos bandos. Son conocidos muchos poemas bélicos en defensa de la Republica escritos por los mejores poetas españoles del momento, desde Antonio Machado a Miguel Hernández. Mucho menos lo son, y esto aporta buena parte de su interés a esta antología, los que desde el bando franquista se publicaron desde 1936 hasta ya terminada la guerra, la mayoría no recogidos en libro o, incluso, ocultados desde hace décadas por los autores o sus herederos. Resulta curioso que desde 1939 no se haya editado, que sepamos, la Corona de sonetos en honor a José Antonio Primo de Rivera, en la que colaboraron 25 poetas entre ellos Manuel Machado, Gerardo Diego, Rosales, Panero o Luis Felipe Vivanco.

La labor de Urrutia es doblemente encomiable. Por un lado, ha atinado a seleccionar textos representativos de unas poéticas que corresponden a ese carácter tan particular de toda poesía bélica, tanto en su dimensión estética como en su función de apoyo y aliento, de consuelo, de denuncia o de reflexión. Por otro, el documentado balance crítico que se nos ofrece muestra una valoración objetiva de las circunstancias de ambos lados, sobre todo la desproporción en una producción que en la zona republicana alcanzó cifras altísimas, la inferior calidad estética evidente, salvo excepciones, de la poesía nacionalista y la semejanza temática de ambas. Calibra el antólogo plausiblemente las semejanzas y las diferencias entre ellas: en ambos casos se defiende la patria, la tierra, la familia, se expresa el dolor de la guerra, se exaltan las figuras mayores -Franco, Mola, José Antonio, Líster, la Pasionaria- y el valor de los combatientes, y también en ambos casos se reflexiona sobre la guerra misma. Claro está que las diferencias surgen en cada caso: frente a la recuperación de un pasado imperial y de una mitología que comparten el Cid, Carlos V, Don Quijote, Numancia y Lepanto, la epopeya de un pueblo siempre desposeído; frente a la visión republicana de los hermanos divididos y engañados, la acusación franquista de "rusos" y extranjeros a los republicanos, frente a la exigencia de la lucha "por la paz, la justicia y el trabajo" (P. Garfias), la extensa "Oda a la guerra" en la que Ridruejo justifica la contienda, etc. Quizá debería haberse aclarado de qué autores se ha negado la autorización pertinente y también que la traducción del poema de Claudel la realizó Guillén en Sevilla bajo amenazas, pero en todo caso el lector encontrará muchas sorpresas en las más de 400 páginas de esta antología fundamental.