Cristino de Vera y Pedro G. Cuartango.

Cristino de Vera y Pedro G. Cuartango.

Jardines colgantes

¿Qué buscar en una obra de arte?

El arte tiene actualmente una función de resistencia. Menos mal que de una u otra forma siempre nos quedará La Movida.

26 febrero, 2024 02:14

Pide Juan Cruz (El Periódico de España) a Cristino de Vera que explique qué deberían buscar en sus cuadros quienes visiten su exposición en el Instituto Cervantes de Roma. “Que busquen lo que yo mismo busqué –responde con seguridad el artista canario–. Lo que busqué en el Prado, el aroma del silencio, la austeridad, la calma. Ese aire monacal que tiene el silencio… El silencio es un diálogo, rozando en lo divino. Te explica lo que no puede explicar ningún idioma, amplifica la razón, es como un diamante que hay que cuidar como se cultivan las flores de un jardín”.

El pintor Juan Uslé cree que “ver pintura es ‘experimentar’”. Así se lo hace saber a Javier Díaz-Guardiola (ABC). “Y experimentar es alcanzar un punto cero en el que todo puede pasar. Yo miro pensando y pienso mirando –añade el artista, que expone en Madrid–. Debemos empezar por abrirnos y percibir no solamente con los ojos, sino con todo el cuerpo. Yo creo que la pintura no es una imagen muerta o fija. Yo prefiero que haya una zona (...), para sumergirme y definir aquello personalmente. Y creo que se lo merece el espectador. El ojo que se sitúa delante de una pintura se merece participar. La vida tiene que ver con eso más que con sistematizarlo todo”.

“Que busquen en mis cuadros el aroma del silencio, la austeridad, la calma”, Cristino de Vera

En el mismo diario, Pedro G. Cuartango revela a Jaime G. Mora que le gusta “ir a los museos, al Prado o al Thyssen. Yo creo que a los museos no hay que ir a dar paseos de tres horas –aclara el periodista y escritor burgalés que publica Iluminaciones–. Hay que ir para ver tres cuadros, de Velázquez, y ya está. Y estar ahí dos horas tranquilamente mirando los cuadros”. “¿Y el Reina Sofía?”, pregunta el entrevistador por si se ha olvidado. “El Reina Sofía es un museo que me deja frío”, sentencia.

Con las artes escénicas ocurre lo mismo que con las artes plásticas. Patricio Pron recuerda a Patricio Zunini (Infobae) que el teatro “es uno de los pocos sitios en los que las personas se ven obligadas a apagar sus teléfonos móviles y donde se produce algo que en sustancia no va a volver a repetirse de la misma manera. Eso, en el contexto actual, le otorga al arte una función de resistencia que me gusta mucho –afirma el autor de La naturaleza secreta de las cosas de este mundo–. Se trata de producir sentido, algo parecido a un ejercicio de inteligencia colectiva”.

Encendida defensora del teatro es Malena Alterio, ganadora del Goya a la mejor actriz por Que nadie duerma, basada en una novela de Juan José Millás. “El teatro es la resistencia”, declara a Raquel Vidales (El País) la actriz que está de gira con Los amigos de ellos dos. “Eso sí que no puedes verlo en ninguna plataforma en casa. Es insustituible y por eso se mantiene vivo”.

“El Reina Sofía es un museo que me deja frío”, Pedro G. Cuartango

A la llamada gran dama del teatro catalán, Carme Elías, ahora, enfrentada a una grave enfermedad, lo que le resulta indispensable es la escritura. “Me gusta mucho escribir en este momento de mi vida en el que todavía soy coherente –cuenta a Philipp Engel (Coolt)–. Ahora estoy resumiendo los diarios que tengo de toda mi vida. El libro [Cuando ya no sea yo] me ayudó mucho, pero esto lo hago para mí misma, para mi familia. Los diarios me gustaría poder quemarlos, pero no soy capaz. He roto los papeles que no quería que se vieran. Cartas, no sé. Todo esto ya está hecho. Los diarios son lo último que me queda”.

P. S. Ana Rossetti confiesa a Ignacio Vleming (Letras Libres) que debe “muchísimo a La Movida”. “Sin La Movida ese libro [Los devaneos de Erato] no sale adelante. En otro momento, la gente de izquierdas me hubiera considerado como una frívola y una burguesa y otras cosas por el estilo, y la de derechas como un putón verbenero –se explaya la poeta que ahora publica Somos un cuerpo herido–. Me habrían dado caña por uno u otro lado. Pero la oportunidad que nos ofreció La Movida, lo que tuvo de bueno, fue la de expresarnos sin que nadie te etiquetara. Todos estos encasillamientos desaparecieron con La Movida. Por un tiempo se dejó de clasificar a la gente”. 

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