Duro mensaje del arzobispo de Toledo a todos los que celebran Halloween: propone una alternativa
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha defendido la fiesta de Todos los Santos, y la conmemoración de los Fieles Difuntos mañana, frente a 'Halloween' que ha definido como "extraña parodia de la muerte" que ha dicho no saber "si nació para meter miedo con la misma muerte o reírse de ella".
Rodríguez, en su escrito semanal, ha reflexionado como el mes comienza con la Fiesta de Todos los Santos "a la que sucede sabiamente la conmemoración de todos los Fieles Difuntos" en días que, ha añadido, "ninguno, curiosamente, trata directamente de la muerte, su culto o ritos para escapar u olvidarla, como sucede en tantas religiones naturales".
"Nosotros preferimos celebrar 'Holywins' (los Santos vencen)" que, a su juicio, "sí es cristiano" para ahondar en la festividad de hoy y que "en los inicios del cristianismo, a los miembros de la Iglesia se les solía llamar los santos, los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo".
Monseñor Rodríguez ha añadido que "la Iglesia es la incorporación de la humanidad a la forma de vida del Dios trinitario. No es, pues, asunto de un grupo ni de un círculo de amigos" o, ha precisado, "no le cabe a la Iglesia ser Iglesia nacional ni identificarse con una raza o con una clase. Debe ser, a fin de cuentas, católica".
"La solemnidad de Todos los Santos nos invita a elevar la mirada al cielo y a meditar en plenitud de la vida divina que nos espera. Y esto no es espiritualismo desencarnado", ha añadido.
Para el arzobispo de Toledo, "la liturgia del 2 de noviembre y el piadoso ejercicio de visitar los cementerios, que prácticamente adelantamos al día de hoy, Todos los Santos, nos recuerdan que la muerte cristiana forma parte del camino de asemejarnos a Dios y que desaparecerá cuando Dios sea todo en todos".
Y, ha aseverado que "la separación de los afectos terrenos con nuestros seres queridos es dolorosa, pero no debemos temerla, porque cuando va acompañada por la oración (misas, rosarios por los difuntos, novenas de ánimas) no puede romper los profundos vínculos que nos unen en Cristo".
En referencia a Benedicto XVI y su escrito en el Angelus del 1 de noviembre de 2010, ha concluido que "la eternidad no es un continuo sucederse de los días del calendario, sino algo así como el momento pleno de satisfacción, en el cual la totalidad nos abraza y nosotros abrazamos la totalidad del ser, de la verdad, del amor".