Paquita, la profesora peruana que utiliza la gastronomía para explicar matemáticas.

Paquita, la profesora peruana que utiliza la gastronomía para explicar matemáticas. Cedida

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Paquita, la profesora que utiliza la receta del caldo verde peruano para enseñar matemáticas a sus alumnos

Esta maestra es una experta en ayudar a su clase a que aprenda cuentas complejas a través de la gastronomía. 

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Raquel Nogueira
Publicada

"Las matemáticas las llevamos a todas partes, forman parte de la vida cotidiana", explica Paquita, docente en una escuela rural de Porcón Alto, en las montañas de Perú. Para ella, los números están en todo lo que hacemos y así se lo intenta transmitir a sus alumnos. 

Su máxima es que "sin saber matemáticas es muy difícil vivir hoy en día". Y por eso usa la creatividad para que sus estudiantes las entiendan. Lo hace a través de algo que todos los niños y niñas de la zona conocen bien: el caldo verde

Este plato típico de la región es el elemento central de la receta matemática de Paquita. Y es que en la Escuela Primaria 82912, a más de 900 kilómetros de la capital del país, Lima, todos los menores están aprendiendo a sumar, restar, multiplicar y dividir a base de gastronomía

Así, esta profesora de matemáticas se está transformando en un motor de cambio social. En una región donde la infraestructura educativa es limitada y los recursos escasos, Paquita ofrece a sus estudiantes una oportunidad de desarrollo. 

Porque cada lección en su aula es una semilla que crece y que refuerza el tejido social de Porcón Alto. En esta escuela rural, como explica la propia docente, los niños aprenden que las matemáticas son mucho más que números abstractos.

"Están aprendiendo a resolver problemas reales, a pensar de forma crítica, y a utilizar las matemáticas de una manera que les será útil en su futuro", explica Paquita.

La receta del éxito

La dinámica que ha creado Paquita para su clase es muy sencilla: utiliza el caldo verde, un plato típico de la región, para enseñar conceptos matemáticos de manera práctica. Pero, ¿cómo lo hace? 

La maestra lanza una pregunta, por ejemplo: "Para 180 estudiantes, ¿cuántos kilos de patatas se necesitan para preparar el caldo verde?". Esa es la primera parte del problema matemático, que se convierte en una oportunidad para que los niños desarrollen habilidades matemáticas esenciales, como sumas, restas, multiplicaciones, divisiones y la aplicación de proporciones.

Paquita con sus alumnos.

Paquita con sus alumnos. Cedida Profuturo

Con esa pregunta como partida, sus alumnos y ella trabajan de manera colaborativa para averiguar qué necesitan para hacer su receta. Paso a paso, juntos, van averiguando cuántos kilos de patatas se requieren para una mayor cantidad de personas.

"Si para 10 estudiantes se necesitan 4 kilos de patatas, para 20 se necesitan 8. Si tenemos una despensa con 'x' kilos de patatas, ¿cuántos más necesitamos comprar?", les pregunta. Y así va guiando la conversación para que los estudiantes resuelvan el problema. 

Asimismo, a la par que descubren los kilos que necesitan para cocinar el caldo verde, la clase va calculando el coste de los ingredientes. Porque si el kilo de patatas cuesta tres soles, ¿cuánto costarán los que necesitamos para alimentar a 5,10 o 100 personas?

La maestra durante una clase.

La maestra durante una clase. Cedida Profuturo Perú

De esta manera, los alumnos no solo aprenden a realizar cálculos, sino que los aplican a una situación real, lo que les permite conectar la teoría con su vida cotidiana. "A veces les planteo problemas con los que ellos mismos pueden crear su propio desafío. El trabajo es que ellos trabajen en su propio proceso de resolución, y que vayan usando las herramientas básicas que necesitan dominar: sumas, restas, multiplicación, división…", explica la maestra.

Caldo verde… digital

Como parte del programa de innovación educativa con tecnología de ProFuturo, Paquita también ha introducido el mundo digital en el aula. Así que sus alumnos ya no solo aprenden mates con la receta del caldo verde, sino que lo hacen también con herramientas como tablets. 

La plataforma de matemáticas ProFuturo que utiliza esta maestra es una herramienta educativa creada para transformar la enseñanza de esta asignatura y está dirigida especialmente a comunidades rurales y vulnerables. Paquita cuenta que, gracias a esta tecnología, los estudiantes pueden practicar a su propio ritmo, con problemas de baja, media y alta complejidad, adaptados a sus necesidades y avances.

Una alumna de matemática de Paquita.

Una alumna de matemática de Paquita. Cedida Profuturo Perú

"La tecnología también es muy importante porque el niño debe conocer, debe estar atento, debe aprender a utilizarla para que saquen provecho, para que estén preparados para el futuro", señala la docente, que rememora la época en la que ella estudió. En aquel entonces, dice, "no había este tipo de tecnología". Y relata: "Los estudiantes nos sentábamos en un banco y escuchábamos al profesor que lo sabía todo".

Hoy, en cambio, "el niño construye su aprendizaje a partir de su contexto, de lo que vive, de lo que ve a su alrededor, y eso lo lleva a las aulas", añade. Y asegura: "Con las tabletas hemos conseguido que a les gusten las matemáticas. Aquí, en el colegio de Porcón Alto, preguntamos a los estudiantes y dicen que es la materia por la que se decantan".

Tan enamorados están los alumnos de los números que, concluye la maestra, "los propios niños piden recuperar la clase si hay un festivo".