En la declaración de quienes viajaban en la ambulancia apuntan hacia ese individuo.

En la declaración de quienes viajaban en la ambulancia apuntan hacia ese individuo. Javier Carbajal

España CASO GHALI

Un coronel de la base de Zaragoza fue el hombre misterioso que coordinó la entrada de Ghali a España

El número dos del recinto militar admite que se saltó las normas del Ejército al no pasar por control de pasaportes al mandatario y sus acompañantes.

30 marzo, 2022 02:44

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Fue un hombre de paisano, ataviado con "traje y corbata", quien se encargó de dar las órdenes pertinentes a los militares y a los sanitarios de la ambulancia durante el traslado clandestino de Brahim Ghali, líder del Frente Polisario, nada más llegar a España. Su identidad era un misterio hasta ahora, cuando una serie de diligencias aportadas al juez que investiga el caso revelan su identidad.

Se trata del coronel Ignacio Asensi Catalán, segundo jefe de la Base Aérea de Zaragoza. Entre los archivos de esa misma documentación, aportada ya a la causa, este mando admite indirectamente haberse saltado las normas de control de vuelos de fuera del espacio Schengen vigentes en ese recinto militar: no obligó a sus tripulantes a pasar por el control de pasaportes.

Era este mando, tal y como declararon los enfermeros de la ambulancia que trasladó al convaleciente mandatario saharaui, el que lo coordinó todo a pie de pista el 18 de abril de 2021, cuando Ghali accedió a territorio nacional portando una identidad falsa y sin pasar ningún tipo de control de pasaportes. Junto a él, aseguraron los sanitarios, iba otra persona vestida con el uniforme del Ejército del Aire. 

Ahora es la declaración de este soldado, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, la que revela la identidad del coronel encargado de la coordinación sobre el terreno en la base. El militar fue interrogado por los agentes de la Brigada Regional de Información de la Policía Nacional en Aragón.

Aquella jornada, relató, "ejercía como Jefe de Día y Oficial de Vuelos". Esa tarde el hombre recibió una llamada del Estado Mayor del Ejército del Aire en la que se le informaba de un avión VIP procedente de Argelia. Le explicaron que la aeronave "viajaba con un diplomático dentro".

Dice que no le especificaron ningún otro detalle; que el avión argelino "ya disponía de todas las autorizaciones necesarias para el aterrizaje"; que "el vuelo venía garantizado por Exteriores".

La ambulancia

El soldado asegura que le explicaron cómo poco después una ambulancia se adentraría en la base para recoger al diplomático, enfermo de Covid. "Ya estaba coordinada la entrada de esa ambulancia", así que, en ese sentido, "no tuvo que realizar ninguna gestión".

Una vez llegó este vehículo sanitario, continúa su declaración, fue escoltado por la policía aérea propia de la base hasta la plataforma de la pista de vuelo donde aterrizaría la aeronave. A su llegada, el avión se acercó a su vez hasta un punto de encuentro con la ambulancia.

Fragmento del protocolo incumplido en la entrada de Ghali.

Fragmento del protocolo incumplido en la entrada de Ghali. EL ESPAÑOL

Como Oficial de Vuelo de servicio, "se acercó al avión para comprobar las necesidades del mismo (tales como combustible, grupo electrógeno, etc.)". Asegura que vio salir del avión a una persona en camilla. Cree que dos sanitarios con EPIS, también un civil y una persona con uniforme de vuelo. No sabría decir, lamenta, "quién entró en la ambulancia además del enfermo y de ese civil que bajó del avión y se introdujo en la parte delantera del vehículo (parte del copiloto)".

Infringiendo las normas

Según otra de las diligencias aportadas estos días a la causa, la entrada de Ghali violó las normas y el protocolo del Ejército en ese recinto militar. Y es precisamente el coronel Asensi Catalán, el misterioso hombre de "traje y corbata", el que remite un escrito al juez en el que explica el protocolo de control de entrada aplicable a personas procedentes de países de fuera del espacio Schengen. 

Ese escrito, al que también ha accedido este periódico, explica que ese protocolo se encuentra englobado entre las normas de servicio de la base.

Siguiendo este procedimiento interno, las instrucciones para actuar con personal militar "no Schengen" y no pertenecientes a la Unión Europea indican que "cada persona individualmente, con su pasaporte y equipaje, pasará control de pasaporte en CNP (Policía Nacional) y de aduana en Guardia Civil".

En la ambulancia que trasladó a Ghali viajaban seis personas: tres enfermeros, el médico personal del líder del Polisario, su hijo y él mismo. A ninguno de ellos se le requirió en ningún momento ningún tipo de documentación. 

Piden el archivo

Como ya reveló EL ESPAÑOL, el Ejército del Aire reconocía el pasado 1 de julio que Ghali entró en Zaragoza saltándose el control de pasaportes. El Procedimiento Operativo prescribía que todas las aeronaves extranjeras procedentes de países de fuera de la Zona Schengen debían pasar el control de pasaportes y someterse a la supervisión de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. 

En aquel entonces, el jefe de la base reconocía que no se siguió el procedimiento habitual con el líder del Frente Polisario "debido a la orden recibida del Estado Mayor del Ejército del Aire".

Estos nuevos detalles se conocen justo cuando la Fiscalía Provincial de Zaragoza acaba de solicitar al juez que investiga el caso Ghali el archivo completo de las pesquisas contra Arancha González Laya, exministra de Exteriores y única investigada que queda en la causa.

Con su decisión, el juez restringía las pesquisas contra la exministra tan solo a averiguar si cometió un delito de prevaricación, tras considerar que no había cometido delito de encubrimiento ni tampoco de falsedad documental. 

Esta petición, a su vez, se produce tan solo unas semanas después de que el magistrado del Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza exonerase a su jefe de Gabinete, Camilo Villarino, de toda clase de responsabilidades. También coincide con el radical viraje de timón que Pedro Sánchez ha aplicado a la política exterior de España con respecto al Sáhara Occidental, inclinándose a favor de la soberanía de la monarquía marroquí tras 50 años de neutralidad.