La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, durante su discurso al cierre de la manifestación de la Diada.

La presidenta de la ANC, Dolors Feliu, durante su discurso al cierre de la manifestación de la Diada. ANC / Twitter

España

Dolors Feliu o el fracaso de 'Doña Pureza': menos adeptos pero más radicalizados que nunca

La Guardia Urbana cifra en 115.000 los participantes mientras la líder de la ANC rechaza cualquier "encaje" con España que no sea la independencia.

12 septiembre, 2023 07:37
Barcelona

“¿Por qué estamos hoy aquí? ¡Para pedir la independencia! ¡Y somos 800.000 personas!”. Así de triunfalista arrancó el lunes el discurso de cierre de la principal manifestación de la Diada de Cataluña Dolors Feliu, presidenta de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la entidad independentista que convocó el acto.

La de este año fue una Diada marcada por el contexto de la negociación entre el independentismo y la coalición de izquierdas que pretende la investidura de Pedro Sánchez, con la amnistía de Carles Puigdemont y otros encausados por el procés como telón de fondo. Pero ni siquiera las potenciales concesiones al separatismo incentivaron la presencia de manifestantes en las calles.

Pese al número de 800.000 personas que dio Feliu, la Guardia Urbana cifró en 115.000 el recuento oficial de manifestantes que acudieron al llamamiento de la ANC para exigir, un año más, la independencia de Cataluña como única posibilidad para resolver el conflicto entre la comunidad autónoma y el estado. La participación fue de 35.000 personas menos que en la Diada de 2022.

Una de las columnas a su paso por la Gran Vía de les Corts Catalanes de Barcelona.

Una de las columnas a su paso por la Gran Vía de les Corts Catalanes de Barcelona. Rafa Martí

En los días previos a la celebración de la Diada, Feliu participó en diferentes entrevistas en medios de comunicación, en las que aseguró que la amnistía sólo era el primer paso para declarar la independencia por la vía unilateral. Su postura le valió el calificativo de “Doña Pureza” por parte del secretario de Medios de la Generalitat, bajo el control de ERC: “Doña Pureza ya va siendo hora de que se vaya”, dijo Oriol Duran a través de su cuenta de Twitter.

Pero ni la oposición a su figura desde las propias instituciones catalanas o el pinchazo en la calle del independentismo impidieron que Feliu se convirtiera en la protagonista de la jornada. En la mañana del lunes, la líder de la ANC participó en la tradicional ofrenda floral ante la estatua de Rafael de Casanova junto a otros miembros de su organización. Al mediodía, dio un discurso en el Fossar de les Moreres, la plaza de Barcelona que conmemora a los caídos en el sitio de 1714. Por último, a primera hora de la tarde, se unió a una de las cuatro columnas que abarrotaron Barcelona en dirección a la Plaza de España, aunque muy por debajo de las expectativas de los convocantes.

En todos estos actos, la líder de la ANC mantuvo un discurso radical que se centró en la independencia de Cataluña como única posibilidad. “Independencia o nada, independencia o elecciones”, fue su mensaje principal. Sus palabras fueron especialmente contundentes al cierre de la gran manifestación en la Plaza de España, a la que Feliu rebautizó como “Plaza del 1 de Octubre”, y donde exigió la desaparición de cualquier referencia a España dentro del territorio catalán.

Ya no más nombres de España, ni de calles y plazas de nuestro país que lleven los nombres de nuestros represores”, exclamó Feliu ante los presentes. “Que le quede claro al estado español que nada se ha acabado y nada se acabará hasta que tengamos la independencia de Cataluña”, exclamó.

Manifestantes en la Plaza de España.

Manifestantes en la Plaza de España. Rafa Martí

Feliu hizo especial hincapié en las negociaciones entre el PSOE y Carles Puigdemont, que dibujan una posible amnistía a cambio de que el independentismo facilite la investidura de Pedro Sánchez: “No queremos más intentos de hacer un encaje en el estado español. No queremos un encaje en el estado español”, dijo. 

“Hace falta dejar bien claro que cualquier pacto con Madrid sólo sirve si tiene efectos directos para conseguir la independencia de Cataluña (...) Cualquier negociación tiene que ser por la independencia”, prosiguió.

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Así, Feliu ni siquiera pidió un nuevo referéndum, sino que exigió que tanto el estado como los partidos independentistas reconozcan la “legitimidad” del plebiscito ilegal del 1 de octubre de 2017. En este sentido, cargó hacia el actual gobierno presidido por Pere Aragonès, hecho que fue jaleado por la muchedumbre con gritos de “Gobierno dimisión”. Feliu también recordó que el Parlament se comprometió a aplicar el resultado del referéndum en esta legislatura. En este sentido, anunció que la ANC se presentaría con una "lista cívica" a las próximas elecciones catalanas de 2025.

La representante de la ANC fantaseó igualmente con la posibilidad de que, en las circunstancias actuales, el estado tuviera un “momento de debilidad” y reconociera explícitamente , aunque sólo fuera de forma “temporal”, el resultado del 1 de octubre. Pero, asimismo, pidió al movimiento independentista “unidad para hacer efectiva la independencia” y desconfiar de los pactos.

Manifestantes con un cartel exigiendo la independencia.

Manifestantes con un cartel exigiendo la independencia. Rafa Martí

Cuatro columnas

La marcha por la Diada de este año transcurrió a lo largo de la tarde del lunes a través de cuatro grandes columnas que finalizaron su recorrido por Barcelona en la Plaza de España, tras partir de diferentes puntos neurálgicos de la ciudad a las 17:14 (en referencia a 1714). Bajo los lemas de “Soberanía”, “País”, “Lengua” y “Libertad”, decenas de miles de personas marcharon tímidamente al grito de "independencia", en un intento de demostración de fuerza del separatismo y un ejercicio de presión a las negociaciones que quedaron por debajo de lo esperado.

Niños, ancianos, hombres y mujeres de todas las edades, incluso sacerdotes, cantaron las consignas habituales en este tipo de actos, siendo el grito de “independencia” o "bote, bote, bote, español quien no bote" las más repetidas. La marea humana portaba carteles en los que se podía leer “Puigdemont es nuestro presidente”, “Exigimos la independencia” o “Hemos ganado”, en alusión a los resultados del 1-O.

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En la misma dirección que el discurso de la líder de la ANC, los manifestantes reclamaron el cumplimiento del mandato del referéndum y vitorearon en varias ocasiones a Puigdemont como su presidente.

El lema elegido por la ANC para la diada de este año también fue una muestra más de la radicalización independentista en este día de Cataluña: “Via Fora”. Se trata de un grito de guerra que se remonta a la Edad Media, y que los ciudadanos de a pie usaban al salir a la calle armados en el momento de defender las ciudades de los ejércitos enemigos. “Via fora por la libertad de Cataluña, Via Fora por la independencia” dijo Feliu, ya en el escenario de Plaza de España al cierre de la manifestación.

Un sacerdote en la manifestación independentista.

Un sacerdote en la manifestación independentista. Rafa Martí

El carácter marcial y desafiante de esta Diada ya se vivió en la víspera, cuando un año más, las marchas de antorchas recorrieron de noche las calles de una treintena de municipios al grito de “visca la terra lliure” o “puta España”, en las que participaron personajes como el expresidente autonómico Quim Torra.