Fernando Arrabal legará a Francia su patrimonio con obras de Picasso y Dalí por el "desinterés" de España

"Si diera los detalles, me atracarían". Son palabras de Fernando Arrabal sobre su valioso patrimonio. Una colección particular que incluye obras de Pablo Picasso, Salvador Dalí, René Magritte, Marcel Duchamp o Antoni Tàpies. Eso, en clave pictórica, porque también posee correspondencia con algunos de los mejores escritores del siglo pasado. El autor de Viva la muerte, a punto de cumplir los 90 años, tenía previsto legarlo todo a España, pero finalmente lo donará a Francia.

Lo revela el propio Arrabal en una entrevista con EL ESPAÑOL, celebrada en un café cercano a su domicilio de París. La conversación se produce en estos términos.

–Tal y como ha contado en varias ocasiones, legará su patrimonio a España, ¿verdad?

–No. Se lo voy a dejar al Gobierno de Francia. España no se interesa en absoluto. Puede que los franceses construyan el Museo de las Maravillas para alojar los cuatro avatares de la modernidad.

Arrabal, en sus últimas apariciones hace años, siempre dijo que lo legaría todo a su país de nacimiento. "Cuando me oculte –suele utilizar este verbo para hablar de la muerte–, España lo recibirá". De ahí lo sorprendente de su cambio de postura, según él debida a la falta de interés de las autoridades españolas.

–Pero, entonces, ha cambiado usted de opinión.

–Quería dejárselo a España, es cierto, pero España no responde, no dice nada. Le trae sin cuidado. Tengo un gran material, mejor incluso que el que tenía André Breton.

–Eso, usted lo sabe, es una desgracia para España.

–Ya, pero tampoco hay que forzar. Espero que los españoles vengan a Francia a verlo. Puesto que España no quiere...

–Entonces, disculpe que insista, ¿es sólo cuestión de interés? Si España lo hubiera mostrado, ¿las cosas habrían sido distintas?

–Sí, pero voy a cumplir noventa años y no voy a esperar eternamente.

El precedente Breton

No es baladí que Fernando Arrabal mencione el patrimonio que poseía el fundador del surrealismo: su maestro, André Breton. Este escritor murió en 1966. A partir de entonces, su viuda conversó con varias instituciones públicas. "Juramentos en falso de gobiernos perjuros", escribió Arrabal entonces.

Finalmente, los hijos de Breton, fallecida la viuda, subastaron 4.100 lotes en el Hôtel Drouot de París. Y Arrabal no quiere que suceda lo mismo con su patrimonio, que podría resumirse en cuadros, litografías, grabados, dibujos y objetos surrealistas. Incluido un garrote vil enorme.

En más de una ocasión, el dramaturgo ha bromeado: "Si lo vendieran, mis hijos serían millonarios". Sus hijos se llaman Samuel y Lelia. No se dedican a las Letras, sino a la biología molecular. De las declaraciones pasadas de Arrabal se desprende que sus descendientes ya conocían la intención de su padre de donar el patrimonio. Primero a España, ahora a Francia. Su mujer, Luce Moreau, nació en París en 1933. Es escritora y profesora en la Universidad de la Sorbona.

Hace décadas, ministros de ambos gobiernos [no aclara cuáles] debieron de visitar la casa de Arrabal en París. "Se quedaron impresionados", sintetizó el inventor de Fando y Lis. Pero los contactos no fructificaron.

Arrabal, en su entrevista con este periódico, deduce que el precedente Breton puede jugar a su favor: "Creo que Francia se arrepiente de lo que pasó. Toda esa obra subastada...".

Actualmente, el ministro de Cultura es Miquel Iceta. Arrabal habla continuamente de una "falta de interés", que no atribuye sólo al Gobierno actual, sino también a los pasados.

–¿Piensa volver a España? ¿Le gustaría morir allí?

–Creo que volveré dentro de 32 años. Tengo muchas cosas que hacer antes de pensar en eso.

Una de ellas, solventar el futuro de su colección.