La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón.

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y el portavoz de Sumar en el Congreso, Íñigo Errejón. Fernando Alvarado EFE

Política PODER JUDICIAL

Sumar pone en duda su voto sobre el CGPJ un día después de bendecir el acuerdo: "No son formas"

El bloque de la investidura teme que la renovación del Poder Judicial abra la puerta a más pactos parlamentarios entre socialistas y populares.

27 junio, 2024 13:01

Los jueces fracturan al Gobierno. Apenas 48 horas después del acuerdo entre PSOE y PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), uno que presuntamente tenía el beneplácito de Sumar, la coalición liderada por Yolanda Díaz ha dado marcha atrás a su apoyo y pone en duda su voto. Está en el aire. Sería la segunda vez en un mes que los socios del Ejecutivo amenazan con votar divididos en el Congreso. 

En este caso, es cierto que los 27 votos de Sumar importan poco a efectos prácticos. El pacto entre PP y PSOE cuenta con una amplia mayoría en el Hemiciclo, suficiente para aprobar cualquier ley, pero dejar de lado al socio minoritario de Gobierno podría sentar un precedente peligroso en la coalición. Sobre todo, porque el bloque de la investidura tiene serias sospechas de que una alianza parlamentaria entre socialistas y populares pueda convertirse en costumbre. 

"A nosotros no nos gusta enterarnos de esto cuando están las cosas registradas y no nos gusta que se nos den los textos cerrados", ha advertido este jueves el portavoz parlamentario de Sumar, Íñigo Errejón, nada más conocer el contenido del acuerdo. "Este no es el camino para la mejor relación con nosotros. No son formas".

Es una posición que muchas voces de la coalición magenta ya trasladaban este miércoles, pero que ninguna fuente oficial se atrevía a plasmar. De hecho, la primera impresión que tuvo Sumar sobre la renovación del órgano de gobierno de los jueces fue positiva, casi de victoria por desbloquear una ley que llevaba cinco años estancada. 

Pero, a medida que fueron pasando las horas, fue calando otra corriente dentro de la coalición. Nadie entendía ciertos puntos del acuerdo, sobre todo los referentes a las incompatibilidades y al tiempo que tiene que pasar para que se pase de la política a la Justicia o viceversa. Los socios se enfadaron, Podemos también, y en un abrir y cerrar de ojos Sumar se quedó solo apoyando el texto de PSOE y PP. Un texto que no conoció íntegramente hasta este jueves. 

Sobre esto, hay una tendencia que se replica desde la época de Unidas Podemos y que ayuda a explicar los entresijos de este cambio de opinión.

Cuando Sánchez preparaba uno de sus conocidos golpes de efecto, ya fuera en solitario o en sintonía con el PP, la parte del Gobierno que representaba Yolanda Díaz decía siempre en público que estaba al tanto de todo. En parte para demostrar su peso en el Ejecutivo y en parte para minar la imagen de Podemos dentro del Consejo de Ministros.

Ahora, tanto los socios parlamentarios como los partidiños empiezan a sospechar que ha vuelto a pasar lo mismo. Dicho de otro modo, que Díaz se enteró a la vez que la prensa del acuerdo para renovar el CGPJ, el martes, que su primera reacción fue hacer como que estaba todo controlado, y que dos días después, el jueves, se dio cuenta de que no era así. 

Además, la lectura que esta mañana ha hecho la coalición ha sido puramente política (poco que ver con el texto presentado), de enfado por quedar siempre al margen de las negociaciones importantes. Precisamente, lo mismo de lo que se quejaba Podemos hace apenas un año, cuando estaba en el Gobierno.