
Santiago Abascal, este domingo en El Palmar (Murcia) durante un encuentro con militantes y simpatizantes de Vox. Efe
Abascal y sus Patriots intentan desestabilizar a la UE mientras Trump impulsa un pacto con Putin sobre Ucrania
El líder de Vox condiciona el apoyo a los Presupuestos de autonomías como Murcia y Aragón a que el PP europeo rompa con los socialistas en Bruselas.
Trump revela que ya ha hablado con el presidente ruso sobre el final de la guerra de Ucrania: "Putin quiere que la gente deje de morir".
Más información: Kevin Roberts, ideólogo de Trump: "Apoyamos a cualquiera que quiera poner patas arriba la UE, que pisotea la soberanía de sus países"
El eco de los duros discursos lanzados este fin de semana en Madrid durante la cumbre de los Patriots, liderados por Santiago Abascal, comienza a traducirse en decisiones concretas que pueden cambiar el rumbo de la política europea.
Abascal advirtió este domingo desde El Palmar (Murcia) que Vox sólo apoyará los Presupuestos de las comunidades autónomas gobernadas por el PP, si los populares rompen todos los acuerdos que mantienen con los socialistas en Bruselas.
Algo que supondría la caída de la actual Comisión Europea presidida por Ursula von der Leyen (que el año pasado reeditó su cargo mediante la alianza entre populares, socialistas y liberales) o bien forzaría un cambio de equilibrios, al obligarla a depender del apoyo de los grupos de extrema derecha.
El presidente de Vox salió reforzado de la cumbre de los Patriots, tras recibir el apoyo de dirigentes europeos como el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, Marine Le Pen (Francia); Matteo Salvini (Italia); Geert Wilders (Países Bajos), y André Ventura (Portugal).
Tanto como para, 24 horas después, redoblar su pulso a Feijóo, al que mostró como un "lacayo de los burócratas de Bruselas" que empobrecen a los españoles con sus políticas regulatorias.
Los dirigentes agrupados en los Patriots se conjuraron el sábado en Madrid para acabar con la "dictadura global" de la Unión Europea que, señalaron, "pisotea la soberanía" de sus naciones, a las que impone su ideología woke, "impuestos confiscatorios" y el "fanatismo climático" del "Pacto Verde".
Santiago Abascal recurrió este domingo a un argumento similar para justificar su órdago contra las comunidades autónomas del PP: "Son las políticas de los populares y los socialistas en Bruselas", argumento, "las que luego se van a aplicar en los presupuestos regionales, las políticas asociadas al Pacto Verde que ponen todo tipo de trabas a los agricultores, y las políticas asociadas a la inmigración masiva que traen inseguridad, degradación de los servicios sociales y colapso de los servicios sanitarios".
Y recalcó que "no va a haber ningún tipo de presupuesto ni en Murcia ni en ninguna región de España, en la que Vox no tenga garantía explícita de una ruptura clara de los pactos de populares y socialistas en Bruselas".
Hubo otra tónica general en los discursos lanzados en la cumbre de los Patriots. La líder de Agrupación Nacional francesa, Marine Le Pen, proclamó que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca marca el inicio de una nueva era que ahora debe trasladarse a Europa.
Por su parte, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, considerado como el mandatario europeo más próximo al régimen de Vladimir Putin, criticó el apoyo de la UE a Ucrania frente a la invasión rusa: "Estamos destinando nuestro dinero a Ucrania, en una guerra sin esperanza", afirmó, "mientras Europa está siendo invadida por inmigrantes ilegales".
Las cosas también comienzan a moverse en este sentido. El presidente de EEUU, Donald Trump (al que todos los líderes de los Patriots señalaron en Madrid como su principal referente ideológico) reveló este domingo en una entrevista con el New York Post que ya ha conversado con su homólogo ruso, Vladimir Putin, para explorar un acuerdo que ponga fin a la guerra de Ucrania.

Efe Washington
"Siempre he tenido una buena relación con Putin", recalcó en la entrevista Trump, quien aseguró que el presidente ruso está apesadumbrado por el elevado coste en vidas humanas provocado por la guerra que desató contra el pueblo ucraniano hace tres años: "Putin quiere ver cómo la gente deja de morir".
Ya antes de su reelección, Trump se mostró convencido de que sería capaz de acabar con la guerra de Ucrania "en 24 horas". Pero la solución que dejó entrever resulta inaceptable para el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, que hasta ahora ha contado con el decidido apoyo de la UE y de la Administración de Joe Biden.
Según han apuntado ya distintos medios, Trump utilizaría como medida de presión la retirada de la ayuda militar de EEUU a Ucrania, para que Zelenski que vea forzado a acepar un final inmediato de la guerra, a cambio de que Rusia se quede con todos los territorios que ya ha ocupado.
En la entrevista concedida este domingo, Trump ha lamentado "toda esa gente muerta" en los tres últimos años en Ucrania, "gente joven, hermosa. Son como nuestros jóvenes, dos millones de ellos... y sin ninguna razón". Y confió en que el final del conflicto venga "rápido": "Quiero que termine esta maldita cosa".
Ya en julio de 2024, tras asumir la presidencia de turno de la UE, el primer ministro Húngaro, Viktor Orbán, se entrevistó con Zelenski para que aceptara un alto el fuego, y a continuación voló a Moscú para entrevistarse con Putin.
Pero esta maniobra fue desautorizada tanto por Ursula von der Leyen, como por el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, y el canciller alemán, Olaf Scholz, por considerar que la fórmula expuesta implicaría legitimar la ocupación de una parte de Ucrania por parte del régimen de Putin.
Pero la firmeza que ha mostrado hasta ahora la UE para apoyar al pueblo ucraniano frente a la agresión rusa, ya no cuenta con el respaldo del nuevo inquilino de la Casa Blanca, decidido a zanjar el asunto cuanto antes.
No sólo Le Pen y Orbán celebraron el sábado en Madrid la victoria electoral de Trump. También Santiago Abascal se refirió en términos especialmente afectuosos al nuevo presidente de EEUU, que le invitó a Washington con motivo de su toma de posesión.
"Somos patriotas, no buscamos un salvador en nación ajena ni un emperador", dijo el líder de Vox sobre Donald Trump, "sino un compañero de armas en la batalla por la libertad".
Durante el acto celebrado este domingo con simpatizantes de Vox en Murcia, Abascal reafirmó su liderazgo al frente del partido, pese a las sucesivas crisis internas que han provocado la salida de algunos de sus más destacados dirigentes: "Yo solo obedezco a los militantes", subrayó, "aquí no hay baronías ni emperadores, pero yo soy el presidente porque he sido elegido prácticamente por aclamación hace un año, sin ningún tipo de oposición".