
Pedro Sánchez se hace un selfie con varios militantes socialistas, este domingo en la clausura del Congreso del PSOE de Andalucía, celebrado en Granada.
La presión del mediador sobre Junts deja en el aire la cuestión de confianza y el secreto de sus negociaciones con el PSOE
Los de Puigdemont proponen una solución para la inmigración: "Si el escollo es Marlaska, que Sánchez lo destituya y busque a otro que sí esté dispuesto".
Más información: Zapatero negocia en Suiza con Puigdemont la cesión de la inmigración a Cataluña y la oficialidad del catalán en la UE.
Se desinfla el nuevo ultimátum de Carles Puigdemont a Pedro Sánchez, que confía ganar el pulso para asegurarse la continuidad de la legislatura. Al menos, hasta el próximo asalto.
Puigdemont reúne este lunes a la Ejecutiva de su partido, de forma telemática desde Waterloo, para decidir si el partido mantiene la proposición no de ley, que debía votarse el martes en el Congreso, en la que pide que Pedro Sánchez "considere la oportunidad" de someterse a una cuestión de confianza.
Sin embargo, este domingo irrumpió el mediador internacional que levanta acta de las reuniones en Suiza, Francisco Galindo Vélez, con una carta hecha pública en la que pide a la dirección de Junts que renuncie a la cuestión de confianza.
El Gobierno quiere evitar a toda costa que se debata esta iniciativa en las Cortes, que pondría en evidencia su falta de respaldos parlamentarios.
Para ello, envió el viernes al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero a negociar en Suiza, con el fin de avanzar en los dos compromisos que Junts exige cumplir de inmediato: el traspaso "integral" de las competencias de inmigración a la Generalitat y el uso del catalán como lengua oficial en las instituciones de la UE.
En el escrito difundido este sábado, el mediador Galindo reconoce que todavía "no se han materializado" algunos de los compromisos firmados hace más de un año por el PSOE, a pesar de "los esfuerzos mutuos para intentar llegar a acuerdos y avances significativos" en la mesa de negociación de Suiza.
Pero advierte que instar a Pedro Sánchez a someterse a una cuestión de confianza en el Congreso supondría "un retroceso difícil de superar" y "frenaría avances que mi función de verificador me impide revelar, pero no de conocer", afirma en el escrito firmado desde Cartagena de Indias.
La difusión de este comunicado ha provocado indignación en Waterloo. En primer lugar, porque el mediador rompe su papel de neutralidad y de simple "verificador" del cumplimiento de los acuerdos firmados: toma partido y presiona a Junts para que no rompa la baraja, dando un paso que tendría difícil marcha atrás.
Y en segundo lugar, Junts considera que Galindo ha roto la confidencialidad a la que le obligaba su papel, al desvelar el estado de las conversaciones que hasta ahora se habían desarrollado con la máxima discreción, mes tras mes en Suiza, para garantizar su éxito.
De modo que las fuentes de Junts califican de "trascendental" la reunión que su Ejecutiva celebrará este lunes, en la que debe decidir si accede a la petición del mediador o fuerza al PSOE a votar, el martes en el Congreso, la iniciativa sobre la cuestión de confianza.
Tras el viaje a Zapatero a Suiza, el Gobierno se había mostrado optimista este fin de semana, al considerar que está muy adelantado el acuerdo para transferir a la Generalitat las competencias de inmigración.
Pero en Junts siguen mostrando sus diferencias. No encuentra satisfactoria la fórmula que plantea el Gobierno para que los Mossos d'Esquadra cumplan funciones de vigilancia en los puertos y aeropuertos de Cataluña, junto a los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
Junts considera irrenunciable que los Mossos asuman en solitario el control de las fronteras en Cataluña y las competencias de extranjería (que corresponden a la Policía Nacional). Y que la Generalitat tenga capacidad de expulsar a inmigrantes irregulares-
Además de Zapatero, en la reunión del viernes en Suiza participaron el secretario de Organziación del PSOE, Santos Cerdán, y su mano derecha en el partido, el diputado Juan Francisco Serrano.
La delegación de Junts estuvo compuesta por Carles Puigdemont, la portavoz parlamentaria de Junts en el Congreso, Míriam Nogueras, y el secretario general de la formación independentista, Jordi Turull.
El 'primo del Zumosol'
Según fuentes del entorno de Puigdemont, "no ha habido avances" significativos en las negociaciones.
"Que llamen al primo de Zumosol, y se ponga a trabajar", explica un portavoz cercano al líder de Junts. "Sin el traspaso integral de las competencias en inmigración y sin la oficialidad del catalán en la UE, no podemos seguir justificando nuestro apoyo al PSOE... ni queremos".
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero sólo se implica personalmente en estos encuentros cuando la situación amenaza ruptura. Y es ésa la situación en la que se encuentra la legislatura en estos momentos.
Pero, de momento, las fuentes consultadas no confirman que se haya desencallado lo principal. "La amnistía jurídica la está boicoteando la toga nostra del Supremo", y en ese punto Junts admite los esfuerzos del PSOE por meter en cintura al Poder Judicial.
El intento de Albares "no cuela"
Pero lo que reclama el partido de derecha independentista no es un hecho consumado, sino "un hecho comprobable", como al inicio de la legislatura.
Es decir, que ese primo de Zumosol sustituya "el trabajo del ministro de Exteriores, que ya ha llegado a su máximo de intentos, sin éxito". Junts le reconoce a José Manuel Albares el empeño y la inventiva: "Lo de las escuelas europeas es una jugada interesante, pero no cuela", concluye otra fuente del partido separatista.
De lo que se trata ahora es de que Sánchez "haga como hizo con Teresa Ribera, que para lograr colocarla en la Comisión hasta llamó a esos fachas europeos que tanto le repelen". O lo que es lo mismo, "que se remangue y logre un compromiso de los gobiernos de la UE para que el catalán sea oficial en las instituciones europeas".
Junts es consciente de que el proceso oficial para lograr la oficialidad del catalán en Bruselas será largo. Y aunque celebra la insistencia de Albares, no se cree que sea cierta la información de este diario, según la cual Exteriores está convencido de que logrará que el catalán alcance el estatus de lengua comunitaria "en el semestre de la presidencia polaca". Es decir, antes de julio.
Hasta aquí hemos llegado
¿Y eso significa ruptura? "Depende de cómo reaccione el PSOE, claro... y de lo que interprete Puigdemont, que es el que marca la estrategia", apunta uno de sus colaboradores más estrechos.
Pero lo que es evidente es que si la PNL sale victoriosa, pero Sánchez cumple su palabra y se niega a convocar la cuestión de confianza, la ruptura estará "mucho más cerca". Porque la confianza hoy no existe y, "en ese caso, estaría ya rota". Y "sin confianza, no se puede seguir negociando el final del conflicto", desarrolla un alto cargo de Junts.
"Y sin esa negociación, Junts no tiene ningún interés en sostener a Sánchez".
Puigdemont rompió las "negociaciones sectoriales" el pasado enero, cuando comprobó que el PSOE iba a vetar la PNL de la cuestión de confianza. "Sin tramitarla, tumbamos a Sánchez", amenazaba la cúpula de Junts.
A tanto no pueden llegar en los de Puigdemont, ni les conviene.
No pueden, porque al jefe del Ejecutivo sólo lo puede hacer caer una moción de censura que presentara el PP de Alberto Núñez Feijóo y votaran, a la vez, Vox y los independentistas. "Y eso no va a pasar, en ningún caso", admiten ellos mismos.
Sacrificar a Marlaska
Y no les conviene, porque la amnistía sólo será efectiva cuando el Tribunal Constitucional se ponga a ello de verdad. Y eso, reconoce el entorno de Puigdemont, sólo ocurrirá mientras Sánchez permanezca en el poder, ya que "controla" el TC.
Lo cierto es que, después de suspender esas negociaciones, el PSOE rectificó, también tras una reunión "urgente" en Suiza. De repente, lo que era "inconstitucional e ilegítimo", la PNL de la cuestión de confianza, pasó a ser posible, y el presidente dio orden de que la Mesa del Congreso la tramitara... eso sí, una vez maquillada para rebajar sus términos.
Es cierto que, una semana después de aquel episodio, Cándido Conde Pumpido, presidente del Constitucional, dio orden de activar la revisión de los recursos contra la Ley de Amnistía. Y que dio un plazo acelerado de sólo "dos meses" para resolver el primero de ellos.
Aquello pareció un síntoma de deshielo entre Junts y el PSOE. Pero a los socialistas tampoco les conviene que Puigdemont quede exonerado ya mismo... porque, entonces, perdería todo incentivo para mantener su sustento en el Congreso a Sánchez.
¿Y la llamada "amnistía política"? Eso, explican en Junts, es "el reconocimiento de Puigdemont como interlocutor legítimo". Lo que pasa porque deje de haber intermediarios, y Salvador Illa se reúna con él, como ha hecho con el resto de expresidents, y Pedro Sánchez haga lo propio.
"Si quieren reunión, la tendrán", apunta un portavoz del partido de Puigdemont. "Pero no para una foto sonriente y vacía de contenido. Con acuerdos sobre la mesa".
Total, que volvemos a los dos puntos clave: la inmigración y la lengua. Al mismo sitio: Suiza. Y al mismo día: el viernes pasado.
De la reunión del pasado viernes se podían esperar avances concretos: en el Ministerio del Interior siguen sin hallar una fórmula para traspasar las competencias de inmigración a la Generalitat que cumpla con la Carta Magna y, al mismo tiempo, satisfaga a Junts.
Y la ofensiva contra Fernando Grande-Marlaska se recrudece: "Si el escollo es el ministro, que Sánchez lo destituya y busque a otro que sí esté dispuesto", advierte un miembro de la cúpula separatista.
El escollo sigue en el mismo sitio: en las competencias de fronteras. Es decir, en qué policía las guarda, qué cuerpo expide los permisos de residencia y las expulsiones.
Y en lo tocante al catalán en Europa, "poco se puede hacer si el Gran Hermano", es decir, otra vez un apelativo jocoso para Sánchez, "no pone algo encima de la mesa que satisfaga al resto de jefes de Estado y de Gobierno, como hizo en noviembre para lo de Ribera, a cambio de cumplir su compromiso con nosotros".