Una de las tres placas que hay en la actualidad en la Real Casa de Correos es la que recuerda a las víctimas del 11-M.

Una de las tres placas que hay en la actualidad en la Real Casa de Correos es la que recuerda a las víctimas del 11-M. Ayuntamiento de Madrid.

Política MADRID

Qué pretende Sánchez con su empeño en poner una placa en la 'casa' de Ayuso como lugar "de represión y tortura"

El equipo de Ayuso ya prepara la batalla legal para evitar que se identifique la sede de la Comunidad con la dictadura, mientras el Gobierno le acusa de negarse a condenar el franquismo. 

Más información: Ayuso intenta evitar que Sánchez identifique la histórica Casa de Correos como lugar de torturas del franquismo.

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El 24 de octubre de 2024, el Ministerio de Política Territorial y Memoria Democrática inició el procedimiento para declarar como "Lugar de Memoria Democrática" el edificio de la Puerta del Sol, actual sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid. 

La iniciativa no gustó nada al equipo de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, que ha intentado paralizarla desde todos los frentes posibles. Tanto en los tribunales como en la Asamblea de Madrid se han tomado decisiones para desactivar este procedimiento.

Por su parte, el Gobierno de Pedro Sánchez también ha jugado sus cartas, llevando el asunto hasta el Tribunal Constitucional. Su objetivo es poner una placa en la fachada de la Real Casa de Correos que recuerde que, durante el franquismo, el edificio acogió las dependencias y calabozos de la Dirección General de Seguridad (DGS).

La pregunta es, ¿por qué este enfrentamiento? Parece claro que los hechos históricos importan menos que la batalla política. 

Desde el Gobierno de Ayuso insisten en que la decisión de Sánchez es claramente "manipuladora e ideológica", puesto que los calabozos franquistas "sólo" ocuparon el edificio unos años.

Si Sánchez se sale con la suya, habrá demostrado que puede tomar decisiones por encima de Ayuso y en la propia casa de la presidenta. Además, dejará constancia de su victoria en  una placa, un elemento fijo en la fachada que quedará para la posteridad. 

En el entorno de Ayuso creen que el Gobierno también actúa así porque le conviene entrar al cuerpo a cuerpo a través de la memoria histórica, de manera que las reticencias de la presidenta puedan interpretarse en la calle como un intento de no condenar la dictadura. O sea, asimilar al PP madrileño a la extrema derecha.

Desde la conocida como "cumbre de las banderas", donde Ayuso y Sánchez escenificaron el inicio del "golpe por golpe" que sigue plenamente vigente, la presidenta de Madrid ha conseguido ser un ariete contra el sanchismo. Y viceversa.

Ayuso acumula en su haber gestos protocolarios (como evitar que el ministro a la Presidencia, Félix Bolaños, subiera a la tribuna de honor el Dos de Mayo, y políticos, como no acudir a la reunión en Moncloa a la que sí asistieron el resto de presidentes regionales o bloquear la ley Celaá, ignorar la Ley de Vivienda... 

Desde la Comunidad de Madrid insisten en que la decisión de Sánchez es parte de su "boicot" a la Comunidad de Madrid. Si Sánchez logra que el Tribunal Constitucional le dé la razón, habrá ganado la batalla. 

Fuentes de la Puerta del Sol insisten en que es casi imposible que eso ocurra. Por ello, están armando un argumentario jurídico en torno al valor de la Real Casa de Correos para no permitir que se "resignifique". 

El consejero de Presidencia, Miguel Ángel García, sostiene que la Real Casa de Correos es "propiedad de la Comunidad de Madrid" y que el Gobierno puede instar a que se ponga una placa, "pero no ponerla". ¿Y en la plaza? "Es propiedad del Ayuntamiento", responde. 

Diputados del PP ven en la actitud del Gobierno la intención de hacerse una foto frente a la Real Casa de Correos y de pregonarla como uno de los 100 actos que Sánchez tiene preparados para conmemorar los 50 años de la muerte de Franco. 

En la actualidad, la Real Casa de Correos tiene en su fachada principal tres placas en homenaje y memoria del levantamiento contra la invasión francesa, las víctimas de los atentados del 11-M y los fallecidos durante la pandemia del Covid-19. Con la propuesta del Gobierno serían cuatro y, la última, recordaría a las personas que sufrieron "represión y tortura" en ese lugar. 

Además de la respuesta jurídica, la Asamblea de Madrid ha dado otros pasos para blindar el inmueble.

El Gobierno regional ha conseguido sacar adelante una enmienda para que cualquier placa que quiera colocarse con carácter permanente en el edificio requiera "de la previa autorización del Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid". O lo que es lo mismo, Ayuso tiene que autorizar su colocación

Es precisamente esta ley la que el Gobierno intenta revocar desde el Tribunal Constitucional. Si lo consigue, la Puerta del Sol deberá de mover ficha. Hasta entonces, reiteran un mensaje a Sánchez: "Saque sus manos de la Real Casa de Correos"