
La futbolista Jennifer Hermoso declara en la Audiencia Nacional. Europa Press
Jenni recurrirá la sentencia que condena a Rubiales por el beso y que le absuelve a él, a Vilda, a Luque y a Rivera de coacciones
Rubiales fue condenado a pagar una multa de 10.800 euros y una indemnización, de 3.000, a la jugadora.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, también recurrirá la acusación popular, la Asociación de Futbolistas Españoles. La Fiscalía aún lo estudia.
Más información: Rubiales, tras conocer su condena por besar en la boca a Jenni: "Recurriré. Pelearé por demostrar mi inocencia"
La futbolista Jenni Hermoso recurrirá la sentencia del caso Rubiales. El fallo, conocido este jueves, condena a Luis Rubiales por agresión sexual, por haber besado en los labios a la jugadora, pero absuelve al presidente de la Federación de Fútbol (RFEF) del delito de coacciones.
La resolución también exonera de este último tipo penal al resto de los acusados: Jorge Vilda, Albert Luque, Rubén Rivera.
Cuando ocurrieron los hechos, en agosto de 2023, el primero era seleccionador femenino de fútbol. El segundo, responsable de la Selección masculina en la RFEF. Y el tercero, jefe de Marketing de la Federación.
Por tanto, los cuatro acusados han sido absueltos del delito de coacciones por el que todos ellos fueron juzgados. La sentencia tan sólo condena a Rubiales a pagar una multa de 10.800 euros y una indemnización, de 3.000, a la jugadora. Insatisfecha con este fallo, la defensa de la futbolista lo recurrirá.
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, también lo recurrirá la acusación popular de esta causa, la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). Y, tal y como avanzó este mismo periódico, el propio Rubiales también pretende oponerse a este fallo, a fin de, en sus propias palabras, "seguir peleando" para "demostrar" su "inocencia".
La AFE, por su parte, aún estudia si presentar un recurso propio o adherirse al eventual recurso que presente la Fiscalía. La teniente fiscal de la Audiencia Nacional, Marta Durántez, aún estudia la sentencia para tomar una decisión.
La sentencia
Este jueves, el Juzgado Central de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a Rubiales a pagar una multa de 10.800 por el beso en la boca que dio a Hermoso.
Los hechos ocurrieron durante la ceremonia de entrega de medallas del pasado Mundial femenino, celebrado en agosto de 2023 en Sídney (Australia).
El fallo, además, prohíbe a Rubiales acercarse a la futbolista a menos de 200 metros y comunicarse con ella durante un año. Y le impone el pago de una indemnización de 3.000 euros.
No obstante, el magistrado José Manuel Fernández-Prieto absolvió del delito de coacciones al expresidente de la RFEF y a los otros tres acusados: Luque, Rivera y Vilda.
Según narra la sentencia, durante la entrega de medallas, Rubiales "sujetó la cabeza de la jugadora con ambas manos, y de manera sorpresiva y sin consentimiento ni aceptación de la jugadora, le propinó un beso en los labios".

Jorge Vilda, junto a su abogado, este miércoles, en la Audiencia Nacional.
En ese sentido, el juez acogió el relato de Hermoso. En el juicio, la futbolista, pese a haberle quitado hierro al episodio en una entrevista posterior al partido, manifestó que el beso "no fue consentido" y que el recibirlo le afectó al ánimo durante la celebración y los días posteriores.
La sentencia también recoge que, durante el trayecto en autobús, de camino al aeropuerto de Sídney, tras la final, dos responsables de Prensa de la RFEF mostraron a Hermoso un comunicado que quitaba importancia al beso. Ella lo ojeó, pero molesta y con desgana. En el juicio, la deportista aseguró que dijo: "Haced lo que queráis...".
"[Lo hizo] sin querer saber lo que ponía exactamente, en tanto ella no lo había escrito ni se había reunido en ningún momento con nadie para su redacción. En esencia, de lo que pudo leer del comunicado es que ella y Luis Rubiales tenían una buena amistad, y lo sucedido [el beso] había sido debido a la efusividad del momento, que no había más que eso y se quedaba ahí el tema. Nunca dijo que estaba conforme con el comunicado", concluyó el juez.
En Doha (Qatar), donde el vuelo hacía escala de regreso a España, Rubiales suplicó a Hermoso que se prestara a grabar un vídeo conjunto para quitar hierro al beso. La futbolista se negó.
Coacciones
La sentencia exonera a Vilda, Luque y Rivera del delito de coacciones. Sobre este último, el juez señalaba que se limitó a ofrecer cargar el teléfono móvil de Hermoso mientras la jugadora y el resto de la Selección disfrutaban de unas vacaciones en Ibiza. El entonces director de Marketing de la Federación acompañó a las deportistas y sus familias.
Rivera también instó a Jenni a que hablase con teléfono con el encargado de Integridad de la RFEF. "Una vez cargado el móvil, [el acusado] intenta, en diversas ocasiones, devolvérselo a su propietaria, a lo que ésta da largas para recogerlo, hasta que, finalmente, ante la insistencia de Rubén Rivera, acepta recibir el móvil de su propiedad", relata la sentencia.
Luque, por su parte, acudió a Ibiza a tratar de hablar con la jugadora, que se negó a ello. Quien sí le recibió fue Ana Ecube, amiga de Hermoso que la acompañaba en la isla. El exdirectivo envió a esta joven varios mensajes tachando de "injusto" el mutismo de Hermoso.
"Me parece tan injusto lo que se está haciendo a Luis. Me parece de tanta bajeza humana la actitud de Jenny... Tan poca empatía y humanidad... Un simple gesto: quitarle a una persona el marrón más grande de su vida, sabiendo ella que hay mala fe...", escribió por WhatsApp Luque a Ecube.
Sobre Vilda, la sentencia relata que, durante el vuelo, se acercó al asiento del hermano de Jenni, Rafa Hermoso, y, "tras alabar las virtudes futbolísticas de la jugadora", le instó a convencer a la delantera para que grabara un vídeo conjunto con Rubiales.
El exseleccionador recordó a Rafa Hermoso que a Jenni "le quedaba poco fútbol", debido a su edad, y que la Federación "podía tener una deferencia con ella, pero que si la situación se enrarecía, iban a caer cabezas y la cosa no iba a ir bien para ella ni para nadie".
Dos años y medio de cárcel
La Fiscalía solicitaba una condena total de dos años y seis meses de cárcel para Rubiales: un año correspondía al delito de agresión sexual y lo restante, año y medio, a las supuestas coacciones contra la jugadora que se habían producido después del beso.
Por este último tipo penal, el de coacciones, la teniente fiscal Durántez también acusaba a Luque, Vilda y Rivera. Pidió para cada uno de ellos una pena de un año y seis meses.