Los descubrimientos arqueológicos e históricos que han sacudido el mundo en 2024
- Repasamos los principales hitos alcanzados este año tanto en las excavaciones en los yacimientos como en el laboratorio con los materiales analizados.
- Más información: De un circo romano a ciudades perdidas: los hallazgos arqueológicos más increíbles de 2024 en España
Si las excavaciones en Pompeya siguen sacando a la luz fascinantes secretos de la ciudad romana, un estudio genético ha revelado resultados sorprendentes sobre la identidad de algunos de sus habitantes. Las investigaciones genéticas han arrojado este 2024 importantes datos para comprender algunos de los misterios de la evolución humana o comprender mejor el colapso de civilizaciones como la de Rapa Nui. El Antiguo Egipto tampoco falta en esta lista.
El LiDAR, a la caza de ciudades
Las herramientas de teledetección están revolucionando la arqueología: permiten a los investigadores analizar vastas extensiones de terreno y documentar estructuras ocultas. En la Amazonia, gracias a estas técnicas, se ha descubierto una vasta red de ciudades de 2.500 años conectadas por caminos; en la selva de México se ha podido identificar una gran urbe maya con pirámides y plazas; mientras que en Asia Central se han encontrado dos megaasentamientos medievales que cambian algunas nociones sobre la historia de la Ruta de la Seda.
Infinitos secretos en Pompeya
Año tras año la ciudad romana sigue arrojando fascinantes secretos sepultados por el Vesubio: extraordinarios frescos eróticos, la tumba de un militar que combatió en el norte de Hispania, dibujos de gladiadores pintados por niños, los cuerpos de más víctimas del volcán o un lujoso salón de banquetes con increíbles pinturas de la guerra de Troya. Pero quizá el gran avance este año se ha registrado en el laboratorio: un estudio de ADN antiguo ha logrado determinar con precisión las relaciones genéticas, el sexo y la ascendencia de varios individuos muertos en Pompeya en el año 79 d.C., reescribiendo algunas de las microtragedias.
El origen de Stonehenge
El monumento megalítico de Stonehenge sigue siendo un auténtico misterio, pero en agosto se publicó un estudio que revelaba una importante sorpresa: la llamada Piedra del Altar, un monolito acostado en el centro del círculo, fue trasladado desde el norte de Escocia, a más de 700 kilómetros de distancia. Este descubrimiento ha permitido lanzar nuevas hipótesis sobre la función del conjunto: pudo haber sido un hito político, una construcción para simbolizar la unión de las primeras comunidades agrícolas de las Islas británicas en un momento de tensión cultural.
La IA y las líneas de Nazca
Desde la década de 1940, cuando empezaron las primeras prospecciones gracias a las fotografías aéreas, y hasta la actualidad se habían documentado un total de 430 líneas figurativas de Nazca, uno de los principales testimonios arqueológicas del Perú prehispánico y Patrimonio Mundial de la UNESCO. Una nueva investigación basada en medios de teledetección, y con la ayuda de la inteligencia artificial, ha permitido identificar en seis meses 303 nuevos geoglifos figurativos. El estudio también sugiere que estos elementos podrían haber sido una forma de marcar caminos y senderos.
Isla de Pascua, nada de ecocidio
La sobreexplotación de los recursos era la explicación más extendida en los círculos académicos sobre el derrumbe de la ancestral civilización de Rapa Nui, uno de los lugares más remotos del mundo. Sin embargo, dos estudios han derribado esta creencia. El primero demostró que la población de la Isla de Pascua nunca alcanzó niveles insostenibles y que sus habitantes desarrollaron un sistema de jardines de rocas o de agricultura de acolchado lítico que les permitió ser muy resilientes. El ADN, por su parte, ha descartado la existencia de "cuellos de botella" en la diversidad genética que indicarían un desplome drástico de la población.
Neandertales y sapiens
Los estudios de ADN también han sido claves para seguir descifrando algunas de las claves de la historia de la evolución humana: ahora sabemos que la mayor parte del flujo genético que los primeros Homo sapiens recibieron de los neandertales es atribuible a un único periodo, que probablemente se produjo hace entre 50.500 y 43.500 años, confirmando lo que las evidencias arqueológicas ya indicaban sobre la coincidencia espacio-temporal de ambas especies en Europa. El hallazgo es relevante porque indica que la migración principal de los humanos modernos que salieron de África ocurrió antes de hace 43.500 años.
Los egipcios y el cáncer
Hasta ahora se sabía que los antiguos egipcios podían identificar, describir y tratar enfermedades y lesiones traumáticas, fabricar prótesis y colocar empastes dentales. Pero al parecer, también intentaron abordar otras condiciones como el cáncer. El análisis de dos cráneos del Reino Antiguo (2687 y 2345 a.C.) y el periodo saíta-persa (664-332 a.C.) presentan evidencias de intervenciones quirúrgicas relacionadas con tumores cancerosos. Es decir, en la civilización de los faraones se reconocía esta enfermedad y se intentaba tratar mediante cirugía.
La primera pila fossata
Durante las excavaciones en el yacimiento de antiguo fuerte romano situado en la actual localidad alemana de Bad Ems, los arqueólogos encontraron una serie de 23 afiladas púas de madera colocadas en zanjas en V, convirtiéndose así en la primera evidencia arqueológica de pila fossata, un arma que los legionarios romanos usaban para defenderse y que solo se conocía por las fuentes escritas.
La obra de arte figurativa más antigua
En uno de los techos de la cueva de Leang Karampuang, el sur de la isla indonesia de Célebes, se ha identificado un panel no muy bien conservado que supuestamente representa a varias figuras humanas interactuando con un jabalí verrugoso. Su datación con una novedosa técnica ha arrojado un resultado sorprendente: tiene 51.200 años de antigüedad como mínimo, convirtiéndose en la obra de arte figurativa más antigua pintada por el ser humano.
Una misteriosa tumba en Petra
Un equipo de arqueólogos descubrió una tumba intacta y secreta de 2.000 años de antigüedad bajo la famosa estructura del Tesoro de Petra, en Jordania, una de las siete maravillas del mundo. El enterramiento escondía una docena de esqueletos, además de restos de cerámica. Uno de los individuos, según los investigadores de la Universidad de St Andrews (Escocia), estaba sujetando un recipiente que se asemeja a un cáliz. Los sedimentos y materiales han arrojado una datación de entre mediados del siglo I a.C. y principios del II d.C. Lo que sigue siendo un misterio es la identidad de las personas inhumadas en esa sepultura.