Isabel Pérez Moñino y José Antonio Fúster.

Isabel Pérez Moñino y José Antonio Fúster. Alberto Cuellar / Vox

Madrid Comunidad

Vox pone la diana tras la salida de Monasterio: culpan a Ayuso de la tasa de basuras y piden que sufrague una parte

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El grupo parlamentario Vox en la Asamblea de Madrid ha cambiado de rumbo desde la salida de Rocío Monasterio. Tras dejar atrás la portavocía y la dirección del partido (una cosa por decisión propia y la otra por ajena), el ala más dura de Vox ha tomado el relevo y eso se nota. 

Y es que, la primera medida que ha tomado la portavoz del grupo parlamentario, Isabel Pérez Moñino, ha sido dar la vuelta al argumentario que la derecha está usando contra la tasa de basuras y pasar de culpar al Gobierno de Pedro Sánchez y su "tasazo" a la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. 

Prueba de ello ha sido cuando, este lunes, el grupo parlamentario Vox ha registrado, para su debate en el pleno de este jueves, una modificación de la tasa de basuras que se va a aplicar a partir de 2025 por transposición de una directiva europea y que, según Vox, Ayuso puede paliar. 

Hay que recordar que la legislación comunitaria se basa en el eslogan de que "el que contamina paga" y, por eso, lo que debe hacer cada ayuntamiento es costear, de su bolsillo, lo que cuesta el tratamiento de basuras. Hasta ahora, pueden pagar parte los consistorios, amortizarlo con partidas propias o incluso eliminar la tasa con remanente de tesorería, pero eso ya no les vale. 

Ahora, cada Ayuntamiento debe hacer sus cuentas y conseguir recaudar, mediante una tasa por vivienda o empresa, lo que les cuesta la recogida y reciclaje de residuos. En Madrid, la gestión está dividida por las Mancomunidades, por lo que el gobierno regional no tiene mucho que opinar. 

Por ello, aunque hace muchos años que la Comunidad de Madrid se desprendió de las competencias de tratamiento de residuos, creando las actuales mancomunidades; el grupo parlamentario Vox apuesta por pedir a Ayuso que 'pague'. 

Concretamente, y según ha explicado Pérez Moñino, el objetivo del partido de Santiago Abascal es que la Comunidad de Madrid costee parte de lo que los Ayuntamientos pagan a la hora de la gestión de los residuos. "Que sufrague parte de los gastos", ha exclamado. "Este impuesto va a incrementar el palo fiscal a las familias, que pasan de un recibo de 48€ a 336€ de media", ha cifrado. 

Idea similar al PSOE

Lo cierto es que la propuesta que eleva a este pleno el grupo parlamentario Vox no dista mucho de una que, hace un mes, le propuso la alcaldesa socialista Candelaria Testa a la Comunidad de Madrid. En este caso, Testa no pedía directamente a Ayuso que les pagara la gestión de residuos a los Ayuntamientos, sino que proponía una vuelta a las competencias regionales. 

Tal y como publicó Madrid Total, lo que ella puso sobre la mesa del Gobierno de Ayuso fue que creara una "agencia o consorcio" para la gestión de residuos. De tal forma que en cada municipio se aplicara la tasa de basuras de manera igualitaria y no completamente diferente y con diversidad de criterios, como va a ocurrir ahora.

Hay que recordar que el Plan autonómico de gestión de residuos urbanos 1997-2005 ya abordaba el principio de la corresponsabilidad y la coordinación de actuaciones en la gestión de los residuos urbanos. Una política de coordinación comprendía tanto la planificación de la gestión como la financiación de las actuaciones que se derivan de ella.

Desde la Alcaldía de Alcorcón recordaban que "tras la identificación de los costes generados en el tratamiento de los residuos urbanos", se previó la aplicación progresiva de la tasa de vertido a los Ayuntamientos que son los responsables de la gestión y que en un principio asumió la Comunidad de Madrid gestionando a través de la empresa pública GEDESMA, con las instalaciones precisas y los requisitos legales vigentes en aquel momento.

De hecho, para evitar que existiesen en la Comunidad de Madrid 179 vertederos de residuos, se crearon tres complejos ambientales con plantas de tratamiento de envases y vertedero de cola. Pero esta oportunidad se "perdió" y cuando la situación era "insostenible", la Comunidad de Madrid se desprendió de las competencias de tratamiento de residuos, creando las actuales Mancomunidades que crean diferencias notables entre municipios.