
Óscar García, nuevo rector de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
Óscar García, nuevo rector de la Universidad Politécnica: "Exigir un B2 de español a nuestros alumnos es una barrera"
Tras la polémica participación de la mujer del presidente del Gobierno en cátedras impartidas dentro de la UCM, el rector asegura que es algo que no podría pasar en su Universidad porque "todas las cátedras deben ser dirigidas por profesores de nuestra propia universidad".
Más información: La universidad en España que te asegura al 80% que vas a encontrar trabajo tras graduarte: sus carreras.
Casi 3.000 profesores e investigadores, más de 36.000 estudiantes y un presupuesto de 400 millones de euros. Las cifras de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) asustan a cualquiera menos a su nuevo rector, Óscar García Suárez.
Con un talante tranquilo y una trayectoria que le dibuja como un pionero en su campo (8 patentes, centenares de artículos y varios premios relativos a la innovación educativa), Suárez persigue recuperar las oportunidades que la universidad Politécnica alguna vez "dejó pasar" y convertirse en el destino predilecto de ingenieros y arquitectos de todo el globo.
Desde la sede del rectorado, situada en el campus de Ciudad Universitaria de Madrid capital, Suárez se mantiene cauto con las leyes educativas que todavía se están negociando (como la del Gobierno de la Comunidad de Madrid) y sostiene un perfil mucho más equidistante sobre cuestiones políticas. Algo que sus colegas rectores de otras universidades, como puede ser su 'vecino', el rector de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Joaquín Goyache, no han hecho.
García Suárez se ve obligado (por actualidad) a comparar la gestión de los estudios que codirigió la mujer del presidente del Gobierno, Begoña Gómez, en la UCM frente a lo que hubiera podido pasar en la Politécnica; pero prefiere no entrar en valoraciones personales. Parece que del rector emana el espíritu de sus estudiantes, con un perfil mucho menos politizado que el de sus vecinos de la 'Complu' y donde los reinos de taifas políticos en las Facultades son algo impensable. "Somos más aburridos", comentan desde su equipo entre risas.
"En los próximos diez años, se jubilará casi la mitad de nuestra plantilla, por lo que debemos preparar la universidad para que las nuevas generaciones asuman el liderazgo"
PREGUNTA: ¿Qué va a suponer su elección como rector y qué cambios plantea para los próximos años en la Universidad Politécnica de Madrid?
RESPUESTA: Ser rector es un puesto de muchísima responsabilidad, pero también es un gran honor y un orgullo estar al frente de una institución como la Universidad Politécnica de Madrid. Tenemos una muy buena posición como universidad, pero también hay muchas áreas en las que debemos mejorar y trabajar. Mi objetivo al presentarme fue intentar generar una etapa de ilusión y diálogo, donde podamos avanzar hacia lo que queremos ser como universidad.
P: ¿Y qué es lo que busca? ¿Qué quiere que sea la UPM?
R: Buscamos muchas cosas, aunque quizá no todas sean alcanzables. Lo primero es que la Universidad Politécnica de Madrid sea percibida como una universidad líder en Europa y Latinoamérica. Tenemos una muy buena reputación en España y fuera del país, pero aún no somos uno de los destinos preferidos para estudiantes extranjeros que desean cursar un máster o un doctorado. Por supuesto, ya contamos con estudiantes internacionales, pero me gustaría que fuésemos mucho más atractivos, que estuviésemos en el top diez de universidades europeas. Creo que es un objetivo ambicioso pero realista, porque no estamos tan lejos de conseguirlo.
También queremos fortalecer nuestra relación con las empresas. La UPM genera muchas startups y compañías pequeñas que nacen del conocimiento de nuestros profesores y estudiantes, y luego se lanzan al mercado. Ahora queremos participar en esas empresas, dar facilidades a nuestros profesores para que puedan crecer y aportar valor no solo a la universidad, sino también al país y a la comunidad. Otro reto importante es reducir la burocracia y gestionar el relevo generacional. En los próximos diez años, se jubilará casi la mitad de nuestra plantilla, por lo que debemos preparar la universidad para que las nuevas generaciones asuman el liderazgo.
En cuanto a titulaciones, queremos que todas sean atractivas y respondan a las necesidades del mercado laboral. Es fundamental que nuestros egresados sean profesionales capaces de adaptarse a los nuevos entornos. Para ello, es necesario revisar y actualizar constantemente los programas, generar nuevas titulaciones y eliminar aquellas que ya no sean relevantes. Es un trabajo continuo y exigente, pero imprescindible.

El rector de la UPM apenas lleva un mes en el cargo pero ya tiene importantes proyectos en mente.
P: En su candidatura, y ahora, mencionaba una pérdida de oportunidades y prestigio en los últimos años. Ha comentado que buscan posicionarse como líderes en Europa y atraer más estudiantes internacionales. ¿A qué se refiere exactamente con pérdida de oportunidades? ¿Habla de proyectos concretos?
R: La UPM está muy bien posicionada y eso es mérito de todos los rectores y de quiénes han hecho universidad todos estos años, pero hay algunas lagunas. Por ejemplo, no tenemos un plan estratégico definido como universidad. Mi intención es que generemos uno en el primer año de mandato para que nos oriente a medio y largo plazo, con un horizonte de cinco a diez años.
También somos lentos en responder a oportunidades. En general, la universidad pública, quizás por falta de recursos o de organización, tiene dificultades para reaccionar con rapidez. Nos surgen oportunidades de nuevos convenios o proyectos y, a veces, no podemos responder con la agilidad necesaria, lo que provoca que se pierdan. Además, sufrimos una burocracia interna excesiva que nos dificulta el día a día.
P: Es un problema general en las universidades, ¿no?
R: Sí, es un problema global. Si le hiciera esta pregunta a cualquier rector de una universidad pública en España, probablemente le diría lo mismo. Pero también tenemos margen de mejora en nuestros procedimientos internos, y ahí es donde debemos trabajar.
P: Hablando del relevo generacional y de la falta de docentes, la universidad suele padecer escasez de profesorado. En el caso de las carreras técnicas, ¿es todavía más complicado atraer y retener docentes? Además, hay contratos y situaciones laborales (con salarios muy bajos) que dificultan la continuidad. ¿Tienen algún plan para ello?
R: Es un problema grave, especialmente en ingenierías. Las empresas demandan cada vez más ingenieros e ingenieras, lo que es positivo para nuestros estudiantes porque tienen muchas oportunidades, pero también hace que retener talento en la universidad sea más difícil. Además, la carrera docente no es atractiva debido a los salarios bajos y el tiempo que se tarda en obtener una plaza fija.
Podemos hacer algo al respecto, aunque nuestras posibilidades son limitadas. No podemos subir los salarios ni cambiar la legislación, pero sí podemos influir en ciertos aspectos. Queremos ofrecer más oportunidades a los investigadores y profesores jóvenes, ayudándoles a mejorar su currículum con proyectos financiados, movilidad y una mayor participación en la docencia para que tengan más facilidades a la hora de acreditarse y obtener una plaza.
"Lo ideal sería que las administraciones públicas llegaran a un pacto de Estado por la Educación para garantizar estabilidad y financiación"
P: La futura Ley de Universidades de la Comunidad de Madrid prevé partidas específicas para infraestructuras, ya que algunas universidades tienen un déficit importante. ¿Es el caso de la UPM? ¿Necesitan mejorar las infraestructuras?
R: Totalmente. Tenemos infraestructuras que en su día fueron punteras, con algunos de los mejores laboratorios del mundo, lo que nos ha dado un gran prestigio. Sin embargo, con el tiempo, estos laboratorios necesitan renovarse y debemos crear nuevas instalaciones con tecnologías avanzadas para seguir siendo competitivos. Esto, además, contribuiría a que los investigadores decidan quedarse en la universidad porque contarían con los medios adecuados para su trabajo.
P: La financiación de la universidad pública suele ser deficitaria. ¿Qué soluciones propone? ¿Le parece suficiente el 1% del PIB destinado a educación superior como propone el PSOE y en su momento se contemplaba en la primera ley de Universidades del exministro Castells?
R: En nuestra situación actual, el 1% sería muy positivo. No obstante, entiendo que depende de cada comunidad, de su PIB y del número de universidades que tenga. En nuestro caso, estamos muy por debajo de ese valor, lo que nos limita en muchas de las cuestiones que hemos comentado.
P: ¿Cree que un Pacto de Estado por la educación ayudaría a mejorar la financiación?
R: Sería lo ideal. Nos gustaría que las administraciones públicas llegaran a un acuerdo para garantizar la estabilidad y financiación de las universidades. Las universidades públicas no queremos hacer política ni ser moneda de cambio en debates partidistas. Nuestro objetivo es formar profesionales, investigar, generar empresas y contribuir al desarrollo del país. No queremos estar constantemente hablando de financiación, pero lo hacemos porque realmente estamos en una situación ajustada.
P: Las líneas generales que se han conocido de la futura Ley de Universidades de la Comunidad de Madrid plantea auditorías públicas de los gastos universitarios y regula las protestas y los escraches. ¿Le parece adecuado?
R: En cuanto a la transparencia financiera, no hay problema. Somos una universidad pública y rendimos cuentas a quien corresponda sin inconvenientes. Sobre el resto de aspectos, es difícil valorarlo sin conocer el texto exacto de la ley. Es cierto que en la Universidad Politécnica somos relativamente tranquilos, pero no somos ajenos a que esas cosas pasan.
P: Otro punto de la ley propone exigir un nivel B2 de español a los estudiantes internacionales. ¿Cómo afectaría esto a la UPM?
R: El talento es escaso, y esa es la realidad. El talento español, que es muy bueno, muchas veces se va fuera por las mejores oportunidades. Es natural, aunque no nos guste. Nosotros buscamos estudiantes en todo el mundo: en Latinoamérica, Asia, Europa, y América del Norte. Además, tenemos docencia en inglés, aunque no es predominante, pero es algo que queremos expandir. Si estamos hablando de un profesor que va a dar clases en español, entiendo que se le exija un nivel adecuado.
Sin embargo, si hablamos de un estudiante que viene a hacer un doctorado o un máster en un programa impartido en inglés, no veo necesario exigir un nivel mínimo de español. El estudiante lo aprenderá por interés durante su estancia, ya que estará aquí unos años. No debemos poner barreras que impidan oportunidades. Si vamos a cualquier universidad del mundo, el idioma de los laboratorios, y muchas veces de las clases, es inglés. ¿Por qué no hacer lo mismo aquí?

Óscar García recibe a Madrid Total en su despacho del rectorado de la UPM.
P: Precisamente usted quiere mejorar ese espíritu internacional de la Universidad...
R: Es uno de nuestros pilares más importantes. Tenemos una relación muy buena con algunas de las mejores universidades del mundo tanto a nivel de investigacióm como de convenios, tanto de doble titulación como de estancias parciales. Le damos la oportunidad a nuestros estudiantes de que se desplacen a cualquiera de estos destinos que están repartidos por todo el mundo: Latinoamerica, Suramerica, Europa o Asia. Es una de las virtudes que tenemos y que queremos seguir ampliando. Nuestro objetivo es que todo estudiante que quiera tener una experiencia internacional, pueda tenerla.
P: La Universidad Politécnica de Madrid es puntera en investigación. ¿Considera que España invierte lo suficiente en investigación universitaria, como lo hacen otros países de nuestro entorno?
R: Me gustaría que se invirtiera más. Si bien se valora la investigación, los recursos siguen siendo limitados, probablemente debido a la estructura económica del país. Si queremos ser una nación avanzada, no podemos depender solo del turismo y los servicios. Necesitamos invertir más en educación, investigación y tecnología. Esto debe ser una prioridad para las administraciones.
P: El futuro de la inversión en investigación parece pasar por una mayor colaboración público-privada. ¿Qué opina sobre esto?
R: Es fundamental. De hecho, la colaboración público-privada es una fuente importante de recursos. En la UPM no renunciamos a ello; es una parte significativa de nuestros ingresos y queremos seguir promoviéndola.
P: Respecto a las universidades privadas, ¿cómo ve la situación? La nueva ley de Universidades del Gobierno de España y la futura de la Comunidad de Madrid quieren regular el nivel de exigencia de investigación en las universidades privadas y escuelas de negocios. Como rector de una universidad pública, ¿cree que la existencia de universidades privadas supone una competencia desleal?
R: No creo que sea desleal. Defiendo la universidad pública, pero las universidades privadas también tienen su papel. La competencia siempre nos lleva a mejorar. Dicho esto, las reglas de financiación y contratación son diferentes entre universidades públicas y privadas. Cuando las normas no son las mismas, a veces uno puede sentirse en desventaja. No estoy en contra de las universidades privadas; al contrario, creo que deben regularse para garantizar la calidad, con buenos docentes, investigación e innovación.
P: ¿Y qué podría aprender la universidad pública de las privadas?
R: Las universidades privadas suelen destacar en el trato cercano a los estudiantes. Ofrecen una atención más personalizada, algo que intentamos hacer también en la pública, pero con un número de estudiantes tan elevado, como en las públicas de Madrid, que suman 220.000 alumnos entre las seis universidades, no siempre es posible. Es algo que podemos aprender de ellas.
"Un examen de ingreso en cada facultad es la mejor manera de valorar los méritos o conocimientos que se necesitan que se necesitan para una determinada carrera"
P: El Gobierno de España está cambiando el acceso a la selectividad. Aunque esto se escapa de sus competencias, ¿cómo ve la situación? ¿Cree que los estudiantes que optan por ingeniería deberían tener una nota de corte más alta? ¿Sería útil una prueba de acceso, como se está planteando para Magisterio?
R: La selectividad es el principal criterio para la admisión, pero no siempre refleja la motivación o el potencial de los estudiantes. Los estudiantes con mejores notas no siempre son los más motivados o los que más van a aprovechar la universidad. Sería útil un sistema complementario, como hacen algunas universidades privadas, con entrevistas o pruebas adicionales. Sin embargo, entiendo lo complicado que sería implementarlo en el sistema público. Además, la selectividad no es igual en todas las comunidades autónomas, lo que afecta a la igualdad de oportunidades. A nivel país sería tremendamente difícil que cada estudio o cada facultad quiera hacer un examen de ingreso, pero sería la mejor manera de valorar los méritos o conocimientos que se necesitan que se necesitan para una determinada carrera.
P: En cuanto al número de alumnos en universidades públicas, ¿cree que es beneficioso para ellos o debería haber un enfoque hacia aulas más pequeñas y ratios más reducidos?
R: El problema no es tanto la cantidad de estudiantes, sino los recursos que tenemos para atenderlos. Si tenemos suficientes medios, podemos manejar un número alto de estudiantes. Lo que nos gustaría es contar con más profesorado para poder llegar a más estudiantes de manera efectiva.
P: El auge de la formación profesional está cambiando el mercado laboral. ¿Cree que esto afecta a los estudios técnicos que imparten ustedes, por ejemplo, en áreas como programación frente a la ingeniería informática?
R: Creo que la formación profesional es muy positiva para el país. No la veo como competencia de la universidad, sino como algo complementario. En el caso de la programación, nos faltan muchos programadores, pero la universidad se enfoca en formar profesionales que sean capaces de manejar proyectos de gran envergadura o diseñar sistemas nuevos, no solo en enseñar un conjunto específico de habilidades como podría hacer la FP.
P: ¿Cree que la FP podría ser una pasarela para aquellos estudiantes que no pudieron acceder a la universidad?
R: Sí, absolutamente. Sería ideal que los estudiantes que no llegaron a la universidad puedan hacerlo a través de la FP. Eso les daría la oportunidad de continuar sus estudios en la universidad si lo desean.

Óscar García es catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales.
P: Por último, respecto a la polémica de la Universidad Complutense de Madrid y el trato hacia Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, ¿cree que algo similar podría ocurrir en la Politécnica?
R: No conozco todos los detalles del caso, pero en la Universidad Politécnica de Madrid, todas las cátedras deben ser dirigidas por profesores de nuestra propia universidad. Así que en ese sentido, la responsabilidad recae dentro de la UPM. En nuestra normativa, no se permite que los directores de cátedras universidad–empresa en la UPM sean externos.