Plato de huevos a la madrileña.

Plato de huevos a la madrileña. Tripadvisor

Ocio

Mi receta favorita madrileña se hace en sólo 15 minutos: así preparo los huevos rotos con un toque único de la capital

Este es uno de los platos más típicos de todos los que se pueden disfrutar en Madrid y que cuenta con un secreto que pocos conocen en España.

Más información: El plato típico de Madrid que triunfa en invierno: rico en proteínas, delicioso y muy sencillo de preparar.

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España es un país conocido en el mundo entero por tener una de las cocinas más ricas que existen. No solo por las virtudes de la dieta mediterránea, sino porque muchos apartados del recetario nacional están compuestos por platos únicos e inigualables. Una de las mejores maneras de comprobarlo es acudiendo a Madrid, donde tendremos la oportunidad de degustar de toda la gastronomía española apenas sin movernos

Pero muchas veces, en Madrid tendemos a perder un poco el foco debido a la gran cantidad y variedad de oportunidades que se nos ofrecen. Marisco gallego, paellas valencianas, unos buenos calçots catalanes, un salmorejo andaluz, un poco de jamón de Extremadura, un buen cochinillo segoviano... y la lista podría no terminar nunca. Sin embargo, Madrid también tiene sus propias maravillas autóctonas

Y es que la capital tiene una gran cantidad de platos y de productos que son propios o que al pasar por Madrid han sufrido alguna transformación. Por ello, son famosos en el mundo entero el cocido madrileño, los callos a la madrileña o incluso los bocadillos de calamares. Sin embargo, como decíamos, hay algunos platos que al pasar por la ciudad que hace de eje de España han recibido su toque autóctono.

Es el caso, por ejemplo, de la tortilla de patatas madrileña, la cual incluye un corte de la patata diferente, o el rabo de toro, que a la madrileña goza de un guiso más espeso. Sin embargo, uno de los platos más reconocidos y que ya ha pasado a ser conocido casi como propio son los huevos a la madrileña, los cuales también se pueden presentar de varias maneras. 

Una receta propia de las abuelas madrileñas y que da un pequeño giro a este plato tan tradicional y castizo. Y que es protagonista de muchos bares y restaurantes de la capital donde esta tapa es la joya de la corona, la auténtica estrella de la carta. 

¿Cómo son los huevos rotos de las abuelas madrileñas?

Pocas cosas hay más castizas que unos buenos huevos rotos con jamón. Una tapa y un plato que casi nunca falla. Y que podemos encontrar casi en cualquier bar o restaurante y de la que se puede disfrutar siempre, aunque la calidad del sitio no sea precisamente de Estrella Michelin. 

Sin embargo, aquellos establecimientos que tienen un gusto especial a la hora de prepararlos marcan la diferencia y nos hacen sentir en otra dimensión gastronómica. No obstante, en Madrid, estos huevos rotos pueden tener una variante especial, la que en algunas corrientes se suele llamar huevos a la madrileña. 

Y la clave está en aportar a este plato un cambio fundamental que marcará profundamente su sabor. Dejamos atrás el rico jamón y apostamos por unos increíbles torreznos, otra de las tapas más típicas de los bares y restaurantes de Madrid. 

La receta de este plato de origen humilde y que fue impulsado por las abuelas madrileñas se basa en dos ingredientes principalmente: los huevos y las patatas. Tardaremos sólo entre 15 y 20 minutos en prepararlo y cualquiera puede hacerlo, ya que es de elaboración rápida y sencilla. 

Lo primero que hay que hacer es pelar y cortar las patatas. Después, las ponemos a remojo en un recipiente para eliminar el almidón y de paso evitar que se nos peguen. Mientras tanto, vamos poniendo en una sartén abundante aceite a buena temperatura. Acto seguido, echamos las patatas hasta que estén tiernas. 

Un truco es subir de golpe el fuego al máximo para darles un toque dorado y crujiente. Y poco después las retiramos. Quitamos un poco de aceite de la sartén y freímos en el restante nuestros huevos. Y de nuevo, recurrimos al truco secreto de las cocinas madrileñas, subiendo el fuego al máximo, y cuando la clara se ponga blanca, los retiramos intentando que no se cuaje la yema. 

Una vez hemos terminado esta función, solo quedará echarle sal a nuestro plato y, lo tradicional, es haber incluido las tiras de jamón. Sin embargo, si nos entregamos a la tradición madrileña, apostaremos por unos ricos torreznos que deberemos haber frito previamente. Y ya tendremos nuestra tapa típica de las abuelas madrileñas.