
Vistas del embalse de Bolarque.
Parece Menorca pero es la joya escondida a 1 hora de Madrid: un rincón con microclima propio ideal para una escapada
Este particular enclave de la sierra de Altomira, entre las provincias de Cuenca y Guadalajara, es ideal para un viaje en el que disfrutar de la naturaleza.
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Madrid no solo es una de las ciudades más bonitas del mundo. También es una de las ciudades que mayores oportunidades nos ofrece. Por ello, sus maravillas no solo están dentro de sus fronteras, si no también repartidas por sus alrededores. Sus pueblos y sus enclaves naturales son perfectos para una escapada.
Ahora que poco a poco vamos avanzando en el año y se va aproximando la primavera, sobre todo con este clima tan plácido y estas temperaturas tan cálidas y moderadas, apetece salir a descubrir el mundo que nos rodea. Sobre todo si es tan bonito como los alrededores de Madrid.
Esos rincones no hace falta que formen parte de la Comunidad necesariamente, ya que podemos estar muy cerca de la capital, pero en alguna de las provincias que limitan con la gran ciudad, encontrándonos con alguna de estas maravillas naturales. Uno de los mayores ejemplos lo tenemos entre Cuenca y Guadalajara.
Esta zona es conocida por ser un terreno muy fluvial, ya que diferentes torrentes como el río Tajo o el Guadiela se dan cita para crear un enclave mágico tan espectacular como poco conocido. Y es que en esta región tenemos un paraje idílico, pero que es muy poco frecuentado ya que se encuentra prácticamente escondido.
Hablamos, como no podía ser de otra forma, del embalse de Bolarque, uno de los más bonitos de Madrid y del centro peninsular. De hecho, por sus colores, muchas personas lo asemejan a paisajes que podemos encontrar en puntos como Menorca o Mallorca. Sin embargo, lo tenemos a una hora de Madrid, donde no te esperas encontrar semejante maravilla por su cercanía con la masificación de la capital.
Una escapada al embalse de Bolarque
Madrid es una zona impresionantemente bonita. Sin embargo, las maravillas de esta tierra no se circunscriben solo al entorno de la capital. Entre sus alrededores emergen enclaves como el bonito embalse de Bolarque, situado entre las provincias de Cuenca y de Guadalajara y a sólo una hora de Madrid.
Por lo tanto, este lugar es increíblemente perfecto para una escapada o para una pequeña excursión. Aunque haya pasado desapercibido para muchas personas del centro peninsular, lo cierto es que este embalse, encajonado en un profundo barranco en las montañas boscosas que forman la sierra de Altomira, es uno de los puntos más bonitos de España y que recuerdan a otras maravillas del país como las costas de Menorca.
Al lado del bullicio, el ruido y el urbanismo de una ciudad como Madrid podemos encontrar un paraje perfecto para un viaje exprés. Este embalse fue inaugurado en el año 1910 como central hidroeléctrica y tenía un papel clave, ya que era el punto donde se detenía el agua para hacer el trasvase Tajo - Segura.
Toda la zona está formada por un paraje de páramos y campiñas que los ríos han ido dando forma abriendo grandes cañones y quebrados barrancos. Este espacio natural se encuentra protegido ya que sus hoces constituyen un corredor ecológico en el que se da una particularidad muy poco frecuente. Y es que allí se puede registrar un microclima, más cálido de lo normal.
Gracias a estas condiciones podemos encontrar una variada vegetación, desde el pino carrasco hasta la sabina negra, siempre teniendo en cuenta la confrontación entre las ráices levantina y alcarreña. Pero su riqueza no solo reside en su flora, también lo hace en su fauna.
Allí anidan multitud de aves. Algunas de sus especies más representativas son tan singulares como los buitres leonados, los alimoches, los halcones peregrinos, las chovas piquirrojas y las águilas perdiceras. Pero alrededor del agua podemos encontrar con abundancia familias de pato azulón y garzas.
Esta zona ofrece también otras ventajas como ser un lugar perfecto para la práctica de actividades acuáticas y deportes náuticos como el remo. Si somos amantes de la tranquilidad podremos disfrutar de dar un paseo en barco por el embalse imaginando que estamos en el mar. Y para finalizar, este embalse tiene una preciosa playa bien acondicionada y de fácil acceso donde podremos bañarnos.
Además, para los amates de la pesca este también es uno de los puntos más importantes de la región. La zona cuenta con abundantes bancos de lucios, donde se han llegado capturar ejemplares de hasta 3,5 kilos. Pero también barbos gigantescos de 10 kilos, además de carpas o incluso cangrejos, una especie muy abundante en la zona. Esta región cuenta con más de 525 kilómetros de caminos repartidos en 46 rutas distintas para que no nos cansemos de pasear y de seguir viendo paisajes diferentes y únicos.