Vista de una de las calles de Sigüenza, en Guadalajara.

Vista de una de las calles de Sigüenza, en Guadalajara. iStock

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Parece Italia pero es una joya a una hora de Madrid: así es el pueblo medieval elegido como el más bonito del mundo

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Madrid es una de las ciudades más bonitas del mundo. Sin embargo, su magnetismo eclipsa muchas veces lo que tiene alrededor. Y es que muchas personas, especialmente las que viven fuera de la capital, tienen el deseo constante de pasear por sus calles, visitar sus edificios y monumentos y perderse entre sus tiendas, sus bares y su ambiente inigualable. 

Sin embargo, muchas veces pierden la perspectiva y se olvidan que más allá de Madrid también hay vida y mucho mundo. Una circunstancia que conocen mejor aquellos que residen en Madrid cada día y que desarollan su vida en la capital, buscando de manera constante escapar de ella para descubrir nuevas fronteras

Algunas de estas fronteras están dentro de la propia Comunidad de Madrid. Sin embargo, otras están algo más alejadas, en otras provincias que cuentan con sus propios encantos y con sus propias maravillas. Tanto es así que algunos de los pueblos que rodean Madrid están considerados entre los más bonitos del mundo. 

Y es que no hace falta ir a Roma, París o Nueva York para poder presenciar alguna de las mayores maravillas del planeta. Basta con una pequeña excursión de una hora desde Madrid. Y es que muy cerca de la capital tenemos algunos rincones escondidos que son sorprendentemente bellos. 

Uno de los más destacados sin duda alguna es Sigüenza, un pueblo de marcado estilo medieval que recientemente ha sido elegido como uno de los más bonitos del mundo de manera oficial. Un reconocimiento que le ha otorgado la Organización Mundial del Turismo y que sirve para poner a este municipio de la provincia de Guadalajara en el mapa mundial.

¿Cómo es el pueblo de Sigüenza?

Sigüenza es uno de los pueblos más bonitos de España. Una cuestión que quizás para algunos no sea tan desconocida. Y es que dentro de que nuestro país tiene una lista infinita de grandes maravillas, Sigüenza se ha convertido en los últimos años en una de las joyas más mediáticas del centro peninsular. 

Sin embargo, para quien sí es un destino totalmente desconocido es para el resto del mundo, para los habitantes que llegan a nuestro país desde el extranjero. Al menos hasta ahora, cuando Sigüenza ha sido reconocido como uno de los mejores pueblos del planeta.

Un reconcimiento que ha corrido a cargo de la Organización Mundial del Turismo, una asociación que elige cada año a los municipios más bellos de España. Una elección que, además, realiza en base a una serie de criterios como los recursos naturales de la zona, el patrimonio histórico y cultural o el valor medioambiental de la región. 

España esconde destinos de ensueño por su riqueza natural, histórica y cultural y uno de ellos es Sigüenza. Y es que este municipio, de estilo medieval y de gran valor arquitectónico, es uno de los más bonitos que podemos visitar sin hacer una gran escapada desde Madrid. 

Sigüenza, a pesar de sus poco más de 4.800 habitantes, es un municipio que tiene una gran vida. En buena parte por todo el turismo que recibe a lo largo del año, ya que se trata de un destino perfecto para cualquier fin de semana y que no tiene una época específicamente fuerte en algún punto del calendario. Allí siempre hay gente.

Este municipio destaca sobre todo por tener un gran patrimonio, el cual incluye un impresionante castillo medieval, una catedral románico-gótica y, sobre todo, su plaza Mayor, la cual se ha convertido ya en un icono del municipio. Aunque el punto más visitado sin duda es ese castillo de los Obispos que fue construido durante el primer cuarto del siglo XII sobre otra fortificación anterior de origen musulmán del siglo VIII.

En el caso de su catedral, su construcción fue iniciada en el año 1121 y pronto se convirtió en una joya arquitectónica debido a la combinación de estilos además de por albergar la tumba de Martín Vázquez de Arce, El Doncel de Sigüenza. Desde el exterior se pueden comprobar las influencias góticas y románicas de su estructura.

Sin embargo, la belleza de Sigüenza no solo reside en sus magnánimas construcciones, si no que también está en espacios naturales como la Reserva Natural del Río Dulce, el Lugar de Interés Comunitario del Río Salado y la Microrreserva de las Salinas del Río Salado. Por ello, el municipio guadalajareño es un enclave perfecto para los amantes de deportes como la escalada, el senderismo o el mountain bike.

Y por último, el otro gran valor que tiene Sigüenza y por el que merece la pena visitarlo es para disfrutar de su impresionante gastronomía. Algunos de los platos que destacan son las migas, el cordero lechal o los bizcochos borrachos.