Los falsos trabajadores del aeropuerto de Barajas.

Los falsos trabajadores del aeropuerto de Barajas. Cedidas

Sociedad

La mafia de Barajas que cobra por llevar y embalar las maletas en el aeropuerto: llevan chalecos y son "muy conflictivos"

Miembros del sindicato ASAE denuncian que también son causantes de problemas de "inseguridad o delincuencia". 

Más información: Mafias, prostitutas y unos 500 indigentes: "La ciudad sin ley" del aeropuerto de Barajas que sufren los trabajadores cada día

Publicada
Actualizada

Los trabajadores del aeropuerto de Barajas denunciaban recientemente que las cuatro terminales se han convertido en una verdadera "ciudad sin ley" por los más de 500 indigentes, entre los que se han colado mafias, delincuentes y prostitutas que utilizan las instalaciones. La situación genera problemas de "inseguridad" para muchos trabajadores del Adolfo Suárez, que ahora señalan otra fuente de problemas: los falsos plastificadores de maletas y transportistas de equipajes. 

"Los falsos empleados van vestidos con chalecos amarillos para que parezca que son trabajadores del aeropuerto. Antes estaban en la parte de fuera de la T4, pero desde hace unos dos años campan a sus anchas por la terminal sin que nadie les diga nada. Llevan un rollo de plástico con un cúter y van preguntando a los pasajeros si quieren que les plastifiquen la maleta. Este es un servicio que ya ofrece el aeropuerto, que tiene una empresa contratada", cuenta el delegado de CCOO en South Madrid, que lleva años viéndoles. 

Los miembros del sindicato Alternativa Sindical Aena/Enaire (ASAE) denuncian a través de un dosier al que ha tenido acceso Madrid Total que estos falsos plastificadores pertenecen a mafias que están "muy bien organizadas", aunque en algunos casos "van por libre". 

Según cuenta el delegado de CCOO, estos falsos empleados también se sitúan en la zona de los taxis para "recoger a los pasajeros": "Les acompañan a un mostrador vacío para pesar la maleta y luego les ofrecen plastificarla. A veces incluso les acompañan al control de seguridad para luego pedirles dinero. Excepto el plastificado, el resto son servicios que se ofrecen en el aeropuerto de manera gratuita". 

Además, los falsos plastificadores "campan a sus anchas por toda la T4" sin que ningún agente de seguridad "diga absolutamente nada". "Muchas ocasiones los vigilantes pasan por delante justo cuando están plastificando una maleta y no les hacen ni caso", cuentan estas fuentes.  

Este periódico ha podido hablar con un trabajador, que prefiere no dar su nombre, de la empresa que plastifica las maletas de forma legal en la T4. Según cuenta, el precio estipulado es de "10 euros e incluye seguro y localizador" mientras que los falsos trabajadores lo hacen "por cinco". 

"No saben convivir y siempre nos quieren quitar a los clientes ofreciéndoles un precio más barato. Se molestan mucho en caso de que les pidamos que se vayan y nos dejen trabajar en paz. Se trata de una absoluta competencia desleal hacia la empresa que sí trabaja en el aeropuerto de manera legal", cuenta este empleado. 

Por otro lado, estos falsos plastificadores son especialmente groseros "con las mujeres que trabajan en el aeropuerto": "Se encaran con ellas si les piden que se retiren a otras zonas, ya que muchas veces se ponen a embalar justo al lado de nuestras máquinas". 

Estas fuentes narran que en muchas ocasiones estos falsos empleados están en la terminal "bajo los efectos del alcohol" lo que dificulta intentar razonar con ellos. "Entre plastificar maletas o acompañar a la gente, al día deben sacar unos 100 o 120 euros", explica. 

"Los más problemáticos y agresivos están en T1. Hubo una vez, en esa terminal, que le pedí a uno de ellos, que solía venir con su mujer, que no embalara las maletas en medio. Hablé con el cliente y le expliqué que el precio oficial era de 10 euros e incluía seguro y localizador. En ese momento, la mujer del falso trabajador comenzó a insultarme y a amenazarme, por lo que me tuve que marchar por miedo. Como puedes ver, no se puede trabajar así", apostillan estas fuentes.