Julio Lumbreras, superviviente de Covid-19 durante la pandemia en una fotografía actual.

Julio Lumbreras, superviviente de Covid-19 durante la pandemia en una fotografía actual. Cristina Villarino El Español

Sociedad

Julio, el superviviente de Covid que pasó 57 días en la UCI de Torrejón en la pandemia: "Pensé que había habido una guerra"

Fue el segundo paciente contagiado de Covid-19 en Madrid y estuvo casi dos meses en coma durante los primeros momentos de la pandemia.

Más información: Así evitó Ayuso que Madrid cerrara durante la Covid-19: 15.000 ordenadores, 19.000 móviles y 1.100 impresoras

Publicada

Han pasado cinco años desde que el Covid-19 apareció y provocó una pandemia mundial que lo paralizó todo durante meses y acabó con la vida de unos 15 millones de personas en sus dos primeros años, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Algunos lo vivieron encerrados y otros trabajando, aunque con mascarillas y protecciones. En cambio, Julio Lumbreras lo vivió desde dentro de un hospital y casi sin enterarse.

Fueron 57 los días que estuvo ingresado en la UCI del Hospital Universitario de Torrejón de Ardoz, desde el 26 de febrero hasta el 8 de mayo del 2020. Mientras se instalaba la cuarentena en todo el país, Julio permanecía en coma, ajeno a lo que estaba ocurriendo fuera.

"Cuando desperté pensaba que había habido una guerra. Pasé de la multitud, del gentío, del tráfico, de todo, a ponerme la televisión y ver las calles vacías. No entendía nada. No me cabía en la cabeza la palabra 'pandemia'", explica Julio, que ahora tiene 70 años, en conversación con Madrid Total.

Fue el segundo contagiado en la Comunidad de Madrid, aunque actualmente desconoce con exactitud de qué manera se infectó. "No estuve de viaje. Mi único contacto fue con unos asiáticos con los que tengo relación, que acababan de llegar de su visita a China. Pero ni ellos ni mi familia enfermaron".

En el momento en el que le empezaron a aparecer síntomas parecidos a los de una gripe, todavía el término 'Covid' era desconocido. "No existían los equipos de protección (EPI) que luego se implementaron y mi familia venía a visitarme esas primeras semanas sin mascarilla ni nada, porque no se sabía todo eso", recuerda.

Julio al salir de la UCI del Hospital Universitario de Torrejón de Ardoz después de 57 días ingresado en coma.

Julio al salir de la UCI del Hospital Universitario de Torrejón de Ardoz después de 57 días ingresado en coma. Cedida

El primer diagnóstico fue una neumonía que no dejaba de empeorar a pesar de los antibióticos. "Fueron unos primeros momentos muy complicados porque valorábamos a pacientes con problemas respiratorios que no respondían a los tratamientos convencionales", aclara María del Carmen Montero, jefa del servicio de Medicina Interna del hospital de Torrejón.

Julio se encontraba intubado, con una traqueotomía y respirando gracias a una máquina a la que estaba permanentemente conectado. Su estado era crítico. Tanto que avisaron a su familia hasta en tres ocasiones de una muerte inminente. "Me desconectaban un momento de la máquina para ver si podía respirar por mí mismo, pero no había manera". Así se lo relataron una vez despertó.

Un "milagro"

"Respira". Era lo que le decían su mujer, hijos y nietos en una serie de audios que le grabaron para ponérselos con la intención de despertarle mientras se encontraba en coma. "Todos ellos dicen que a partir de ahí empezó la mejoría", unido a los nuevos métodos que se empezaban a implantar.

Julio se acuerda vagamente de esas palabras, al igual que de los apretones de manos de las enfermeras cuando iban a verle, aunque esos sí que los sentía. "Estando en coma me enteraba. Lo recuerdo como una especie de sueño".

Julio en el primer día de urgencias, estando en coma y justo al despertar.

Julio en el primer día de urgencias, estando en coma y justo al despertar. Cedida

En este sentido, dice estar muy agradecido con los sanitarios que le atendieron; con los que a día de hoy continúa teniendo relación. "Me emociono muchísimo cuando hablo de ellos. Han sido los salvadores de millones de personas, de miles de compañeros de este hospital. Y el trato que han tenido conmigo y con mi familia es digno de admiración", agradece.

Marta Fernández fue una de las enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos que estuvo atendiendo a Julio durante toda su estancia. "Cuando se despertó y le subimos a planta fue un subidón. Nos dio un empujón para decir que si podía salir uno de los primeros pacientes, podían salir todos", recuerda lo que todos definieron como un "milagro".

Fueron unos 15 días los que tardó en salir del hospital y unos seis meses hasta terminar la rehabilitación. Explica que tenía que volver a aprender a caminar, a mover el cuerpo, comer solo y hablar.

A día de hoy todavía no ha acabado del todo, ya que sigue recibiendo un seguimiento debido a las secuelas que le quedaron. "Tengo cicatrices en los pulmones, me siento mucho más débil, la voz tampoco es la misma por culpa de la traqueotomía... No soy el que era antes de que me pasara esto".

El cartel del documental llamado '57 días' que grabaron sus hijos.

El cartel del documental llamado '57 días' que grabaron sus hijos. Cristina Villarino

Pero no solo secuelas físicas; también mentales. Las pesadillas no han cesado desde entonces. Igualmente, Julio afirma haber desarrollado una gran claustrofobia y miedo a coger cualquier enfermedad, ya que teme que su familia tenga que volver a pasar por algo parecido.

Ellos lo tuvieron que vivir sin casi poder verle. Por eso, grabaron un documental casero con imágenes que uno de sus hijos fue sacando durante todo el proceso. Además, él también es uno de los protagonistas de otro documental que muestra los meses más trágicos de la pandemia: 2020, del director Hernán Zin, estrenado en el mismo año de su nombre.

Unas secuencias que asegura provocarle mucho sentimiento. "Se ve el día que salí; el momento de entrar en mi casa. Esa alegría se transmite en la cara, solo con mis expresiones. Yo creo que dicen muchísimo más que cualquier frase. Y aquello fue muy bonito. Lo recuerdo también con muchísimo cariño y afecto. Estoy muy agradecido".