Jos Leijdekkers junto a Agnes Bio, hija del presidente de Sierra Leona, durante una misa en Tihun el pasado 1 de enero.

Jos Leijdekkers junto a Agnes Bio, hija del presidente de Sierra Leona, durante una misa en Tihun el pasado 1 de enero.

Málaga

De curtirse en el crimen en Puerto Banús a ser 'rey' en Sierra Leona: la historia del narco Joseph Johannes Leijdekkers

Este delincuente, que estuvo viviendo en Marbella, es reclamado por Países Bajos y Bélgica para cumplir amplias condenas de cárcel, pero está prometido con la hija del presidente de Sierra Leona y trafica allí a sus anchas. 

Más información: Asesinato, narcolanchas, Mocro Maffia, Camorra napolitana: una semana movida del crimen en Málaga

Publicada

De Joseph Johannes Leijdekkers se puede filmar un interesante biopic a sus 33 años. Este neerlandés nacido en julio de 1991 en Prinsenbeek (Breda), e hijo del exdueño de un conocido burdel de Breda, es actualmente uno de los narcotraficantes más importantes de Europa y tiene una notificación roja de Interpol.

En estos momentos la justicia de Países Bajos lo busca para que cumpla una sentencia de 24 años de cárcel impuesta por el Tribunal de Rotterdam en julio de 2024. La justicia de Bélgica realiza lo propio desde el mes pasado por una condena de 13 años de prisión por ordenar un asalto armado a los agentes de aduanas belgas que transportaban 10 toneladas de cocaína que les incautaron en una operación.

Esa cocaína provenía de un país con mucho vínculo con Leijdekkers, Sierra Leona. La justicia de su país, en ausencia, le condenó esta última vez por narcotráfico tras incautarse más de 7.000 kilos de cocaína en poco más de un año entre 2019 y 2020, y por ordenar un asalto en diciembre de 2019 a un camionero que transportaba más de 300 kilos de cocaína sin saberlo. Un comando lo asaltó en Finlandia porque no pudieron retirar la droga del cargamento legal en Rotterdam, y a todo eso se le une que ordenó en 2020 el asesinato de Robin van Ouwerkerk.

Por el nombre probablemente no les suene, pero fue el narcotraficante de Utrecht que construyó una cámara de torturas formada por contenedores marítimos y que se descubrió en Wouwse Plantage, Brabante (Países Bajos). Aquello fue noticia mundial en 2020. Su organización criminal era enemiga de Ridoaun Taghi, el capo máximo de la Mocro Maffia.

De Utrecht también era Hamza Ziani, otro narco que pertenecía al clan de la Alianza que formó Robin van Ouwerkerk junto a otros importantes criminales de Países Bajos y Marruecos para hacerle frente a Taghi y a sus hombres. A Ziani lo ejecutaron mientras cenaba en un conocido restaurante del Bajandillo en Torremolinos en 2018. Su misión aquí era intentar recabar sobre la localización de Taghi, pero lo cazaron antes.

También relacionada con la Costa del Sol estaba la importante narcotraficante Naima Jillal que vivía en Puerto Banús y en Estepona. Hizo muchos negocios con el clan al que pertenecía Ziani y Robin. Según el periodista neerlandés John Van Den Heuvel, Jillal pagaba más de 100.000 euros en alquileres al año por las viviendas de las que disponía en Málaga pero el 20 de octubre de 2019 desapareció en Ámsterdam de la faz de la tierra tras ser secuestrada. La Policía neerlandesa vincula a “Bolle Jos” con este asesinato. En el móvil de Ridouan Taghi tras su detención en Dubai en diciembre 2019 se encontraron imágenes de una mujer torturada atada a una silla y con varios dedos amputados que las autoridades neerlandesas identifican como Naima Jillal.

Cámara de torturas creada por Robin van Ouwerkerk, enemigo de Jos Leijdekkers

Cámara de torturas creada por Robin van Ouwerkerk, enemigo de Jos Leijdekkers

Los problemas judiciales citados no son los únicos que ha afrontado en su vida “Bolle Jos”, así es el mote de Leijedekkers. Pasó en prisión 4 años tras ser condenado a 6 años por dispararle a dos chicos marroquíes en 2011 en un bar de Scheveningen (La Haya). Tenía 19 años y no fue un ajuste de cuentas. Sólo discutieron por un simple taburete donde sentarse.

Según medios como Telegraaf, Het Parool o Humo en esa estancia en prisión conoció al narcotraficante surinés Siegfried "Piet" Wortel, un tipo que fue condenado en 2014 a 7 años de cárcel por traficar con 1.100 kilos de cocaína y que tiene relación con el vicepresidente de Surinam Ronnie Brunswijk, político y narcotraficante a gran escala condenado por Países Bajos y Francia desde hace más de 20 años. No ha cumplido la pena porque no lo extraditan, cosas de ser vicepresidente de un narcoestado.

El mes pasado ocurrió algo curioso y es que Ronnie declaró de forma telemática ante un juez de Rotterdam porque a Wortel se le juzga por blanqueo de capitales en Países Bajos, entre otras cosas, por encontrarse en su villa de Surinam más de 6 millones de euros en oro. Ronnie Brunswijk, que posee minas de oro, dijo ante el juez que el oro era suyo y que lo tenía Wortel para que se sacase unas perrillas vendiéndolo él. Quien no desearía un amigo así. Het Parool vinculó a Jos Leijedekkers con el blanqueo de capitales a gran escala por el contrabando de oro y Surinam es un punto clave.

Volvamos al holandés. Tras salir de prisión en 2015, Jos Leijdekkers salió bastante espabilado y decidió residir en un apartamento en Puerto Banús. Mal gusto no tenía y dinero debía sobrarle. De esa residencia tiene constancia la policía neerlandesa hasta 2016, cuando ya le perdieron el rastro. En la Costa del Sol es donde tuvo que curtirse en contactos para dar el gran salto en el crimen organizado. Era un chico de 23 años. Hay que tener en cuenta que aquí es más fácil encontrarse con los proveedores de drogas sudamericanos y con sus socios europeos que en otros lugares. Desde 2016 a 2019 se le vincula policialmente a hechos violentos muy graves que judicialmente no acaban en nada claro pero ofrecen una perspectiva de un criminal en auge.

En ese periodo se conoce que empieza a moverse entre países con más asiduidad. De Marbella se fue a Dubai, luego a Turquía donde consiguió dos permisos de residencia legales con diferentes identidades tras invertir más de 500.000 euros en un resort de lujo en Bodrum. La magia de la corrupción. En Turquía formó una alianza con el marido de su excuñada: Abdullah Alp Üstün. El escándalo fue a más porque en junio de 2023 la policía turca desarticuló la rama del clan que operaba desde Turquía, y en diciembre de ese año se detuvo hasta a su hermano, Wilhelmus Adrianus Leijdekkers. Para esa fecha tanto su padre, como su hermana y su madre estaban ya investigados por blanqueo en Países Bajos. Pero a Joseph Johannes Leijdekkers no le vieron el pelo, se fugó en un jet privado a Abjasia y luego a Rusia. Eso le afirmó Abdullah Alp Üstün en una entrevista al periodista de investigación turco Timur Soykan. Y de ahí su salto al continente africano, a Sierra Leona.

El sueño africano

Desde enero se sabe oficialmente de nuevo el paradero de Joseph Johannes Leijdekkers porque ahora está prometido con Agnes Bio, hija del presidente de Sierra Leona. Apareció en un vídeo emitido desde Facebook por la primera dama Fatima Maada Bio en un acto oficial del presidente Julius Maada Bio durante una misa especial el 1 de enero.

Estaba en la segunda fila de la iglesia al ladito de su amor y también del presidente y otras autoridades del país. Al narco neerlandés le movió a África su corazón y que Sierra Leona es ahora un punto clave del narcotráfico mundial. Allí la corrupción al máximo nivel permite que Leijdekkers esté como pez en el agua como un gran bróker de la cocaína. Tras las imágenes escandalosas en las que aparece al lado del presidente del país en varios actos, el Gobierno de Sierra Leona se ha lavado las manos argumentando que no sabían que este holandés está buscado en 193 países. Vaya.

La presencia de Leijdekkers en este estado del oeste de África se explica porque se ha detectado un aumento de envíos marítimos a Europa desde Sierra Leona con cocaína camuflada entre mercancía legal, una droga que llega al país africano tanto en mercantes, aviones privados, como en narcosubmarinos. En enero se descubrió una embarcación semisumergible en la costa Black Johnson de Sierra Leona, y el pasado septiembre aterrizó un jet privado sin autorización en el aeropuerto de Freetown y con la matrícula borrada. Un claro caso de air cocaine que se resolvió con una multa de 100.000 dólares para los tres mexicanos y un holandés que llegaron allí, y con una detención fugaz de un par de controladores aéreos del aeropuerto.

Jos Leijdekkers dándole un regalo al exjefe de inmigración de Sierra Leona.

Jos Leijdekkers dándole un regalo al exjefe de inmigración de Sierra Leona.

Otro escándalo reciente diplomático que involucra al Gobierno de Sierra Leona es del mismo enero. La policía de Guinea incautó al cruzar su frontera un vehículo diplomático de Sierra Leona con 7 maletas de cocaína y más de 100.000 dólares en efectivo. Quien conducía el coche era el chófer del embajador de Sierra Leona en Guinea Alimamy Bangura, un señor ha sido declarado como persona non grata en Guinea y que Sierra Leona lo evacuó rápido del país porque le pueden juzgar por narcotráfico. Gajes del oficio.

La protección que cuenta Joseph Johannes Leijdekkers en Sierra Leona es total según el medio Africa Confidencial. Allí tiene convoyes de militares que lo protegen y acceso a pistas de aterrizaje para poder traficar sin problema. Y eso es posible porque trata muy bien a los políticos clave del país. En un vídeo filtrado por el medio Follow the Money se puede ver como Leijdekkers regala un Rólex durante una cena de lujo en un restaurante de Freetown a quien fuera jefe de inmigración de Sierra Leona Alusine Kanneh. Era el cumpleaños de este último. Casualmente Kanneh ya está despedido por decisión del presidente Julius Maada. Todo sin admitir el porqué de esta decisión. En esas imágenes en las que todos los participantes sonríen también está Andrew Jaiah Kaikai, que es el jefe de la agencia antidrogas de Sierra Leona. Todo un caso de Mortadelo y Filemón.

Mohamed Kamarainba Mansaray, opositor al Gobierno de Julius Maada, está señalando esta corrupción generalizada desde el exilio ya que hay persecución política en Sierra Leona. Y para rematar esta historia, la única persona que ha detenido Sierra Leona relacionada con el narcotraficante Joseph Johannes Leijdekkers es a Sophie van Leeuwen. Es la corresponsal en África de RTL News, la periodista se encontraba en Sierra Leona investigando al narco fugitivo y sus fuentes le ubicaron donde se escondía. Por eso el 13 de febrero se fue a las afueras de Freetown, la capital de Sierra Leona, hasta que se topó con un control militar en un lugar muy cercano a la vivienda de Bolle Jos. A Leeuwen la acusaron de espionaje y le requisaron el pasaporte y todo el material gráfico que había tomado esos días en Sierra Leona investigando. Fue detenida durante 2 días, y finalmente al 4 día le permitieron salir del país.

Joseph Johannes Leijdekkers sigue fugitivo y la Fiscalía neerlandesa y belga aún espera la colaboración de Sierra Leona.